No necesito gritar en donde ya las voces se han apagado. No tiene sentido. Estoy solo, sí, aunque suene egoísta. La luz de tu mirada se ha extinguido hace tiempo ya y yo ni siquiera recuerdo la última vez que te vi, que me abrazaste, que me dijiste campana, que comimos juntos, reíamos y me enseñaste de futbol.
21 de junio de 1994. Argentina contra Grecia. Mundial Estados Unidos '94. Golazo de Maradona. Restaurant Manuelito's. Mi papá, mi hermano y yo. El juego en la tele.
¿Por qué tu voz se ahogó? ¿Por qué te perdiste en la noche? ¿A dónde escapaste? ¿Y por qué no puedo seguirte? No tengo ni el recuerdo de un doctor de bata y cabellera blanca acercándose a la familia, que con la sonrisa demacrada escuchara decir que sólo quedaba esperar.
Algún día de 1994 entre octubre y noviembre. Clínica de Espacialidades Blablabla. Mi hermano y yo encerrados en el coche. Mi madre dentro de la clínica. Mi abuelo fumando afuera del auto. Corte a: Mi madre regresando al auto limpiándose los ojos. Todos regresando a casa. Silencio.
Fue un golpe doloroso el creer que mi nombre se borró de tu memoria, que no quisiste verme para cuidarme, pero a cambio me quedó la incertidumbre. Tiempo después mi mamá nos confesó que prefería que te recordaramos sobre el escenario, bailando y cantando; o sentado en la casa, leyendo, con tu chaleco rojo y el vaso alto también rojo lleno de té de canela. No quería que vieramos en lo que te habías convertido: Un hombre postrado ante una cama, con el color perdido, manchas hepáticas por todos lados, y en agonía de muerte, así como mueren los enfermos de cirrosis. Ajá, té de canela y vodka.
15 de diciembre de 1994. Escuela secundaria. Mi madre hablando con la directora. Mi hermano y yo esperando, de nuevo en el coche. Corte a: Ambas saliendo, la directora nos abraza y derrama algunas lágrimas. No dice nada. Corte a: Mi madre, mi hermano y yo en la casa. Su papá murió hoy en la mañana. Fade Out.
Si sólo te hubiera dicho adiós, si sólo hubieras sabido la admiración que te tenía, que te tengo a pesar de todo y a pesar de tanto y a pesar del tiempo. Pero callé y me arrepiento. Me arrepiento de en algún momento no haber querido verte y haberme guardado tanto. Tantas palabras que pudieron darte una sonrisa, quizá la última.
Algún día antes de navidad de 1994. Cementerio. Mi madre, mi hermano y yo buscando. Búsqueda fallida. Mi padre enterrado en una tumba sin nombre. La misma tumba de su padre, mi abuelo. Su madre, mi abuela, quiso para él una muerte anónima. Mi madre, ocupando su tiempo en ser fuerte para sus hijos, no tuvo la fuerza para luchar contra eso. No la culpo. Nos abrazamos. Corte a: Flores en el piso. Fade ...
¡¡¡ Lamento no haberte dicho adiós !!!
(de fondo)
(tu ídolo (y el mío))
(tu ídolo (y el mío))
Parte de esta serie:
¡¡¡ letem bi lait !!!
8 comentarios:
Lo sentí.
Hondo y quema.
Fuerte abrazo..
Wau...dulce y agraz...
Sin duda lo mejor que has escrito. Me tocó...
Hermoso, triste y nostalgico... gran trabajo amiguito lendo!!!
Con lágrimas en los ojos....
Te quiero!!!!
Ya decía yo... nadie puede saberlo, pero te voy a decir algo que no tiene absolutamente nada que ver con esta banana (que por cierto, adoro!!)
... no hagas caso de la gente, sigue la corriente y quiéreme más...
Bezito!
hay muchas cosas que no alcanzamos a decir... a veces es tan triste, que lo mejor es no recordar
Ijole Luisz, tengo un nudo en la garganta... se lo que es eso, se lo que es no haber dicho Adios y sentir que hacia falta.
me has arrancado agua de los ojos, mi garganta se cerró en un apretado nudo.. y pensar que yo he matado en vida al mío, gracias por compartir la historia, qué difícil lo que tenemos a veces que vivir, te mando un abrazo muy fuerte y un beso a él hasta el cielo.
me encanta Cat Stevens... qué canción para los recuerdos...
hay quien dice adios sin sentirlo
hay quienes nunca lo hacen
hay quienes se quedan callados
hay quienes son escuchados, apesar del tiempo
hay quienes dicen adios cuando estan preparados para decirlo, y el mensaje llega a donde tiene que llagar.
yo se que el tuyo llego a su destinatario
Un beso que sea todos los besos...
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