jueves, 31 de diciembre de 2009

... Un calendario, calendario ...

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Enero:

Estaba tan contento el primer día de 2009 pues mi contrato definitivo en el trabajo de mis sueños llegó en fecha y hora prometida. Después de una quincena a prueba en el infierno cancuniano había encontrado lo que en otro lugar me habría costado años de trayectoria. Por fin alguien confiaba en mí y me ponía una hoja en blanco para explotarla con las ideas que tenía revoloteándome la sesera. La rosca de reyes me dejó un muñequito blanco entre los dientes y la promesa de tamales febreriles. Por otro lado, mi recién estrenada soltería me obligaba a comprarme un boiler, sin embargo estaba en el paraíso y un par de blancas caderas amazónicas me hicieron olvidarme de todos mis problemas apenas en las primeras horas del año nuevo. Entre proyectos y vicisitudes, todo parecía marchar viento en popa. Incluso podría complacer a mi madre y encontrar a una sueca que me llevara a vivir lejos del país.

Ella iba al Bajío buscando algo que se había perdido tres meses antes, algo que sabía que no existía, pero envuelta en círculos de egocentrismo, necedad y conformismo, se aferraba a la idea de defender lo que alguna vez le dio por llamarle amor. El año nuevo le llegó en soledad del alma y dolor del cuerpo, cobijada por la familia pero con el corazón marchito, cerrado.


Febrero:

Los tamales candelarios fueron postergados por el primer (y augurante) retraso en el pago de las quincenas; sí, claro, la situación del país estaba difícil y la temporada alta había terminado más pronto de lo usual. Entre cambios de casa, internet nuevo y rumeits chidos y cochinos, el mes se pasó volando pero cupido no se asomaba ni por equivocación, a pesar de que la fiesta en su honor fue auténticamente un éxito. La rebaba de la soltería se me pegaba como lapa y en el inconsciente se me formaba un coágulo de pensamientos del hubiera... y el y si... Mientras luchaba contra esos demonios, me la pasaba bomba, tanto que muchas veces perdía la conciencia de ser quien era y entre ilusiones aromáticas y químicas me dejaba llevar por mundos en los que todo es posible. La idea de la huida estaba lejana aún.

Después de una velada desastrosa como muchas -todas- otras, ella decide marcharse, él, no se sabe si consciente de lo que escucha o indiferente a cualquier reacción no opone resistencia. Por la mañana, al quedarse sola, ella corta de tajo con el peor error de su vida. Decide ser feliz en lugar de ser ideal. Un camión se lleva lejos lo que quedaba de su vida en el infierno.


Marzo:

Explotó la bomba, el ocio es el diablo y las revelaciones pueden ser tan graves como el miedo lo permita. Además del hambre, la hacinación y el terror del abandono, la muestra más clara y más estúpida de la debilidad humana se me presentó en mis adentros. Supe lo que significaba estar envuelto en un círculo vicioso y viciado desde el principio; nunca tuve malicia y aún así me atrapó, pero una punzada visual me devolvió a la realidad no sin dejarme un dolor creciente y agraz. La falta de alimento y perspectiva se mezclaron para devolverme el deseo del retorno. La falta de liquidez impidió que me perdiera, la amenaza de inanición y deshidratación en el calor insoportable del infierno mantenían mi mente concentrada y enfocada en lo que verdaderamente importaba: sobrevivir.

El capullo no estaba aún listo para abrirse y revelar la mariposa escondida, sin embargo, ella estaba más dispuesta que nunca a volver a ser la mujer que cree, que confía, que se ilusiona y la que desea. La paz la circunda pero ella no siente. Añora el impulso de una sonrisa o de una lágrima. La que vive en el espejo le da un guiño que es el impulso que requería para comenzar... de nuevo.


Abril:

El regreso del hijo (im)pródigo me trajo de nueva cuenta y por última vez al redil. Me dejé consentir y apapachar y no pude más que agradecer a mi madre el haberme rescatado del derrumbe antes de que ocurriera. Odié con el alma decepcionarla (como tantas y tantas y tantas veces) pero al mismo tiempo me di cuenta de que no necesitaba mendigar por cariño o atención en otro lado. El regreso trajo reencuentros y una relación de amor-amistad-amor-amistad renació de sus cenizas dejándome una ilusión entre los dedos. Un trabajo en otra ciudad parecía la oportunidad perfecta para volver al camino, encontrarme con el hombre que quería ser y dejar atrás los fantasmas del pasado.

Los sueños de besos habían regresado y la música que más le gusta no callaba sus acordes. El tiempo es relativo y el cosquilleo en las rodillas se extrañaba al no recibir un beso arrebatador que lograra quitarle el aliento y hacer sus piernas temblar. No llegaría, sin embargo la ilusión crecía en su interior y dejarla pasar no era opción.


Mayo:

Mantuve prolíficas mis letras sin la necesidad permanente de una musa. Descubrí que el verdadero significado de la inspiración no está en el exterior. Envuelto en serias dudas, la vuelta de tuerca con mi pasado no resultó como se esperaba, y aunque todos los que supieron del asunto insistían e insistían en que era 'lo correcto', 'lo deseable' o 'lo ideal', yo simplemente no lo sentía así. Y no pasó. Y todo terminó. Al mismo tiempo, compartir espacio e intereses e historias con una de las mejores amigas que alguien pudiera pedir o tener es lo mejor que pudo haber pasado en este mes. Tal parece que vivir fuera del círculo tradicional de confort le hace bien a mis letras.

A ella le volvió el deseo y la esperanza de encontrarme. Fue un momento, un instante en el que pudo haber decidido aceptar la propuesta indecorosa; pero no lo hizo y su confianza y conocimiento de sí misma creció a niveles exponenciales. Después de purgar lo último del veneno que el infierno le había dejado estaba casi lista para mí y lo sabía aunque no supiera que lo sabía.


Junio:

Un interesante reto laboral y algo nuevo se acercaba vertiginosamente, mientras un par de fotos azuladas y una invitación misteriosa me intrigaban sobremanera. Una historia llena de preguntas y deseos me abrió la puerta. A ambos.

El viaje de autorreconocimiento no salió justamente como estaba previsto, sin embargo, dos clicks afortunados del obturador de una cámara digital estaban por cambiar el curso de la historia.


Julio:

Todo comenzó con un vestido amarillo y la marca de unos lentes estampada en el rostro más bello con la sonrisa más perfecta de la historia. El inicio fue perfecto, entre mensajes conciliadores y preguntas fuera de lo común se nos pasaron los dos días anteriores a la fecha prometida. El encuentro tembloroso por los nervios y el miedillo natural a lo relativamente desconocido. Después de tres horas de hablar sin parar una y otro, uno y otra ya nos habíamos enamorado aunque no nos diéramos cuenta al instante. La tensión existía pero los momentos fueron cayendo naturalmente y sin prisas, el abrazo, el beso celestial a las puertas del arte, el arreglo ideal de nuestras manos, el calor de nuestros cuerpos, las risas silenciosas de madrugada y el extrañamiento inmediato. Debo decir que en una semana cometí todos los errores humanamente posibles para dejar de existir en su vida, pero ella, fuerte como siempre lo demuestra, se quedó pues ya no podíamos concebirnos sin el otro. No sin lágrimas, no sin insomnio y no sin malos presagios, pero a la mitad del año comenzó en verdad nuestra vida.


Agosto:

La historia continuó su curso y como en todas las buenas historias de amor, lo impactante y relevante es el principio, el clímax y el final. La nuestra estaba en pleno crecimiento y mi Hada Diosa pintaba mi mundo de colores y de formas y lo llenaba de olores y sabores tan perfectos que ¿cómo podía atreverme a ser tan feliz? Más feliz de lo que había sido jamás; había pasado un mes y ya nos amábamos hasta la locura.


Septiembre:

Las fiestas patrias nos llevaron a recorrer un poblado pintoresco lleno de puertas originales y vacío de personas y comida a altas horas de la noche. Aunque la palabra se repita, no hay otra para describirlo. Fue perfecto, nada de dudas ni de errores ni de reproches. No existe el amor poético entre nosotros, no solamente el amor poético quiero decir. Tenemos tanto y nos damos tanto que la poesía fluye entre nosotros con cada mirada, con cada beso y con cada orgasmo, que ni el viento helado de los balcones hace mella en nuestra música. Juntos tocamos la misma melodía, al mismo ritmo y ejecutamos a la perfección la misma pieza, in crescendo cuando lo amerita y descansando cuando hace falta.


Octubre:

Logramos definir nuestra historia: El diagnóstico de la perfección, como no podría ser de otra manera. Una semana no fue un siglo y ella volvió. Volvió de las alturas más enamorada que nunca para encontrarme extrañándola hasta el tuétano. Nos miramos a los ojos y nos prometimos no volver a separarnos tanto tiempo, tantos kilómetros, tantos husos. Viajamos con el pensamiento, ella acá y yo allá; las cosquillas en los pies suelen atacarla en los momentos más impensados pero ella sabe que mis alas estarán siempre dispuestas a acompañarla hasta el infinito.


Noviembre:

Un simple cambio en nuestra dinámica laboral no logró mover ni un ápice nuestros sentimientos. Si antes salíamos y corríamos y cenábamos y visitábamos, ahora solo queríamos acurrucarnos pegaditos en el sillón sintiéndonos. Aunque estuviéramos de un lado a otro de la ciudad, estábamos siempre presentes, siempre en contacto y siempre diciéndonos que nos amamos hasta el cielo y de regreso, miles de veces, y luego otras más.


Diciembre:

El mes se pasó como un relámpago y cuando abrimos los ojos, la mejor navidad de nuestras vidas estaba ya sobre nuestros hombros. No fue una carga ni mucho menos, por el contrario, el compartir sueños e ilusiones lo hace aún más perfecto. Los proyectos se mueven a velocidad propia y nuestro futuro está asegurado, aunque cualquier cosa puede pasar, tenemos la conciencia de que somos más fuertes que 'cualquier cosa'. Está en nosotros, está en mí y está en ella el hacer de cada día una aventura, aunque no salgamos de la cama o aunque nos dispongamos a trepar una cuerda o a nadar en la alberca de agua fría. El corazón arde en llamas aunque el cuerpo se congele y todo es a causa del inmenso amor que nos recorre la piel y las arterias. Somos nosotros, soy yo y eres tú. No hace falta más nada. Mañana comenzará el año de las profecías, pero para nosotros será el comienzo nuestro primer ciclo completo juntos. El primero de muchos. El primero de todos.


Como en todas las buenas historias de amor, lo verdaderamente interesante para el lector es el principio, el clímax y el final. La nuestra no está ni cerca de llegar al clímax. Todos los días alcanzamos una nueva cumbre y no deja de sorprendernos lo alto que somos capaces de llegar. ¿El final? Para algo tan perfecto como nuestro amor, el final no es sino el principio de una nueva aventura, juntos, más allá ...



¡¡¡ letem bi lait !!!

jueves, 24 de diciembre de 2009

... Doce días de Navidad ...

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Ya sé que la canción habla sobre los doce dias pasando navidad, en la tradición cristiano-católica son los días más importantes entre el nacimiento de Jesús y la epifania, la llegada de los Reyes de Oriente al jodido humilde pesebre donde nació (y se pasó doce días acostadote). Pero yo siento que ya después del 25, cuando los santacloses cromáticos (Coca-cola, Telcel y Fuji incluidos) de los centros comerciales comienzan a desaparecer, como que el so-called espíritu navideño enfrenta su inexorable letargo de once meses para regresar en noviembre con toda su ñoñez y capitalismo malentendido -hasta a Marx le hubiera gustado el comercial de los elfos navideños surcando el cielo en sendas navajas de rasurar, o bueno, quien sabe-.

Por lo tanto, a partir de este año que para mis orasique dosquetreslectores es obvio que ha sido un punto de inflexión en mi viduchilla de porquería... Bueno, ya basta de robarme las frases de la chida de la historia. Resulta que he decidido que no me importan las convenciones sociales tradicionales cristiano-católicas, y proclamo los doce días de navidad del doce al veintitrés de diciembre.


En el primer día de navidad mi amor me regaló una sonrisa de sorpresa, el calor de un abrazo nocturno, miles de besos de agradecimiento y un cumpleaños (suyo) perfecto.

En el segundo día de navidad mi amor me regaló la puerta de su familia, una sorpresa bajo el mantel y las veinticuatro horas más cachondas de mi vida (hasta ahora); una sonrisa de sorpresa, el calor de un abrazo nocturno, miles de besos de agradecimiento y un cumpleaños (suyo) perfecto.

En el tercer día de navidad mi amor me regaló la mirada más tierna del mundo; la puerta de su familia, una sorpresa bajo el mantel y las veinticuatro horas más cachondas de mi vida (hasta ahora); una sonrisa de sorpresa, el calor de un abrazo nocturno, miles de besos de agradecimiento y un cumpleaños (suyo) perfecto.

En el cuarto día de navidad mi amor me regaló un abrazo consolador y mis lágrimas en sus mejillas; la mirada más tierna del mundo; la puerta de su familia, una sorpresa bajo el mantel y las veinticuatro horas más cachondas de mi vida (hasta ahora); una sonrisa de sorpresa, el calor de un abrazo nocturno, miles de besos de agradecimiento y un cumpleaños (suyo) perfecto.

En el quinto día de navidad mi amor me regaló una cena deliciosa; un abrazo consolador y mis lágrimas en sus mejillas; la mirada más tierna del mundo; la puerta de su familia, una sorpresa bajo el mantel y las veinticuatro horas más cachondas de mi vida (hasta ahora); una sonrisa de sorpresa, el calor de un abrazo nocturno, miles de besos de agradecimiento y un cumpleaños (suyo) perfecto.

En el sexto día de navidad mi amor me regaló una pizza de nutella y una crepa Bretonne; una cena deliciosa; un abrazo consolador y mis lágrimas en sus mejillas; la mirada más tierna del mundo; la puerta de su familia, una sorpresa bajo el mantel y las veinticuatro horas más cachondas de mi vida (hasta ahora); una sonrisa de sorpresa, el calor de un abrazo nocturno, miles de besos de agradecimiento y un cumpleaños (suyo) perfecto.

En el séptimo día de navidad mi amor me regaló la puerta de su trabajo, bailes cachonditos y dulces de colores; una pizza de nutella y una crepa Bretonne; una cena deliciosa; un abrazo consolador y mis lágrimas en sus mejillas; la mirada más tierna del mundo; la puerta de su familia, una sorpresa bajo el mantel y las veinticuatro horas más cachondas de mi vida (hasta ahora); una sonrisa de sorpresa, el calor de un abrazo nocturno, miles de besos de agradecimiento y un cumpleaños (suyo) perfecto.

En el octavo día de navidad mi amor me regaló estornudos de polvo de libros, una aspirina para el dolor de cabeza y risas interminables con Elmo; la puerta de su trabajo, bailes cachonditos y dulces de colores; una pizza de nutella y una crepa Bretonne; una cena deliciosa; un abrazo consolador y mis lágrimas en sus mejillas; la mirada más tierna del mundo; la puerta de su familia, una sorpresa bajo el mantel y las veinticuatro horas más cachondas de mi vida (hasta ahora); una sonrisa de sorpresa, el calor de un abrazo nocturno, miles de besos de agradecimiento y un cumpleaños (suyo) perfecto.

En el noveno día de navidad mi amor me regaló una fiesta de fai-fai, abrazos, pitufos, hamburguesas al dente y a mi sobrina favorita; estornudos de polvo de libros, una aspirina para el dolor de cabeza y risas interminables con Elmo; la puerta de su trabajo, bailes cachonditos y dulces de colores; una pizza de nutella y una crepa Bretonne; una cena deliciosa; un abrazo consolador y mis lágrimas en sus mejillas; la mirada más tierna del mundo; la puerta de su familia, una sorpresa bajo el mantel y las veinticuatro horas más cachondas de mi vida (hasta ahora); una sonrisa de sorpresa, el calor de un abrazo nocturno, miles de besos de agradecimiento y un cumpleaños (suyo) perfecto.

En el décimo día de navidad mi amor me regaló veinticuatro (y más) horas juntos, caprichos y bromitas de fotos viejas nonsense; una fiesta de fai-fai, abrazos, pitufos, hamburguesas al dente y a mi sobrina favorita; estornudos de polvo de libros, una aspirina para el dolor de cabeza y risas interminables con Elmo; la puerta de su trabajo, bailes cachonditos y dulces de colores; una pizza de nutella y una crepa Bretonne; una cena deliciosa; un abrazo consolador y mis lágrimas en sus mejillas; la mirada más tierna del mundo; la puerta de su familia, una sorpresa bajo el mantel y las veinticuatro horas más cachondas de mi vida (hasta ahora); una sonrisa de sorpresa, el calor de un abrazo nocturno, miles de besos de agradecimiento y un cumpleaños (suyo) perfecto.

En el décimo primer día de navidad mi amor me regaló sus sueños; veinticuatro (y más) horas juntos, caprichos y bromitas de fotos viejas nonsense; una fiesta de fai-fai, abrazos, pitufos, hamburguesas al dente y a mi sobrina favorita; estornudos de polvo de libros, una aspirina para el dolor de cabeza y risas interminables con Elmo; la puerta de su trabajo, bailes cachonditos y dulces de colores; una pizza de nutella y una crepa Bretonne; una cena deliciosa; un abrazo consolador y mis lágrimas en sus mejillas; la mirada más tierna del mundo; la puerta de su familia, una sorpresa bajo el mantel y las veinticuatro horas más cachondas de mi vida (hasta ahora); una sonrisa de sorpresa, el calor de un abrazo nocturno, miles de besos de agradecimiento y un cumpleaños (suyo) perfecto.

En el décimo segundo día de navidad mi amor me regaló el secreto del miedo y las armas para vencerlo; sus sueños; veinticuatro (y más) horas juntos, caprichos y bromitas de fotos viejas nonsense; una fiesta de fai-fai, abrazos, pitufos, hamburguesas al dente y a mi sobrina favorita; estornudos de polvo de libros, una aspirina para el dolor de cabeza y risas interminables con Elmo; la puerta de su trabajo, bailes cachonditos y dulces de colores; una pizza de nutella y una crepa Bretonne; una cena deliciosa; un abrazo consolador y mis lágrimas en sus mejillas; la mirada más tierna del mundo; la puerta de su familia, una sorpresa bajo el mantel y las veinticuatro horas más cachondas de mi vida (hasta ahora); una sonrisa de sorpresa, el calor de un abrazo nocturno, miles de besos de agradecimiento y un cumpleaños (suyo) perfecto.

Hoy es noche buena y mañana navidad, y lo que falta ...




¡¡¡ letem bi lait !!!

jueves, 17 de diciembre de 2009

... Los puntos sobre las íes ...

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(aunque ésta lleva acento)




Resulta que me he topado en Feizbuc con un grupo llamado CASAS PRODUCTORAS QUE NO PAGAN O SE TARDAN EN PAGAR. Me ha hecho mucha gracia y después de mentar madres leyendo los comentarios y la explotación tan descarada de que son objeto mis colegas, caí en un blog intitulado LISTA NEGRA, y lo es en realidad, la lista negra de las casas productoras en México. Estando ahí me encontré comentarios del desastre cancuniano en letras (mal escritas por cierto) de otros afectados.

Tengo pendiente también la reproducción de mi carta de renuncia al último empleo explotador, aburrido y monótono por razones que a muchos les podrían parecer inocuas, pero que me afectaban de cierta manera y no me permitían ser lo productivo que puedo llegar a ser.

Leed:


En algún momento de la entrevista de trabajo que ambos sostuvimos, Orson, me preguntaste que si tuviera una oferta en un empleo que me gustara más, una oferta equitativa en tiempo, dinero y esfuerzo, pero en un área más afín a mi personalidad, me iría. Desde un principio mi respuesta fue sincera. Sí, me iría. Sin embargo, te dije, si estuviera completamente a gusto en el trabajo, me llevara bien con mis compañeros, tuviera bien puesta la camiseta de la empresa y sintiera la estabilidad que busco, podría quedarme. Lamento
-para objeto de nuestra relación laboral- decirte que nada de eso ha sucedido, no me siento lo suficientemente a gusto y estable en Boletín de la Computación.

¿El trabajo? No me quejo. Se me advirtió desde el principio que el horario era pesado y las labores repetitivas, aburridas y monótonas. No me quejo de la carga de trabajo sino del trato en y para el trabajo. El poco interés por el bienestar integral de sus empleados que muestran los directivos de Boletín de la Computación. No me quejo tampoco de la relación que llegué a tener con la mayoría de mis compañeros de trabajo, mi queja va más arriba.

¿Por qué te lo escribo y no te lo digo? Llevo una semana tratando de hablar contigo y o no has estado, o he tenido mucho por hacer y me ha sido imposible pasar a verte. Y no creo que haya queja alguna sobre mi trabajo, he sido lo más profesional que puedo y he cumplido en tiempo y forma con las tareas que se me han encomendado.

El tener una semana tratando de decírtelo y negociarlo -cómo establecimos en la entrevista cuando dijimos que todo es negociable-, solamente se suma a varios desatinos que Boletín de la Computación ha tenido conmigo. Te los ennumero:


- El desinterés mostrado por la dirección de LA EMPRESA hacia mi persona y mi bienestar físico y emocional. Esto se debe a la continua reticencia a hacer caso de mi petición de una silla y un monitor en buenas condiciones. Hecho que es del conocimiento del Coordinador de mi área desde mi primera semana de trabajo. Por una parte, la silla que se me dio no funciona del todo bien y es necesario ajustarla cada diez minutos en promedio para que el seguro no se salga de su lugar, precipitándome hacia atrás. Por otro lado, el monitor que se me asignó no está bien calibrado por lo que me es difícil apreciar los anuncios, textos y/o correos electrónicos de manera correcta.

- Así como también el hecho de que llevo casi dos meses trabajando en este lugar y mi nombre y correo electrónico de la empresa, siguen ausentes del directorio laboral en línea.

- Las repetidas violaciones de ambas partes a las cláusulas quinta y sexta del contrato laboral celebrado entre la empresa y yo, al extenderse las jornadas de trabajo hasta por cincuenta
(50) o más horas a la semana, sin el debido permiso por escrito por parte de LA EMPRESA y sin la retribución que por ley corresponde.

- Las nulas oportunidades de crecimiento que se vislumbran en un futuro, teniendo en cuenta dos factores: 1. Los paradigmas de LA EMPRESA que no admiten pensamientos ni críticos ni novedosos. 2. El hecho de que en la entrevista que trabajo que sostuve con la Gerente de Operaciones se me dijo que las oportunidades existían a corto plazo y que cuando se abrieran, la compensación económica sería mayor; sin embargo, al darme cuenta de que hay empleados de más de 10 años laborando con el mismo sueldo o con mínimos aumentos, a la vez que la carga de trabajo se ha incrementado, me hacen ver que no existen tales oportunidades de crecimiento.

- La incompatibilidad entre la “línea editorial” y mi estilo particular de redacción. No es posible retrasar dos horas el trabajo porque al señor le molestan las interjecciones después de comas, no importando que tan correctas estén, y sí, lo están.

- La política de terror imperante de los directivos para con los empleados. Dado el caso que éstos, prefieren soportar injusticias y malos tratos por miedo a perder su empleo. Situación que impide al EMPLEADO “ponerse la camiseta” de LA EMPRESA.


- Según mis propios cálculos
-que pueden estar errados por supuesto-, no se me depositó la cantidad correspondiente en esta quincena, teniendo en cuenta que mi salario base menos retenciones es de aproximadamente x pesos más dos bonos, de puntualidad y asistencia que sumarían x+y pesos. Sin embargo, hay en mi cuenta x+y-z pesos. Convenientemente, ni el viernes que fue cuando se hizo el depósito, ni hoy lunes, se me entregó el recibo de nómina como todas las quincenas, así que no sé a qué se debe esta falta de alrededor de z pesos en mi cuenta.

- En caso de ser por el día 16 de noviembre que no asistí al trabajo, debo decir que no existió tal falta al ser un día de asueto obligatorio por ley. Hecho que es del conocimiento del Coordinador de edición, quien me aseguró hablaría contigo, Orson, para aclarar el asunto. Además, las labores de ese día en particular constituyen una clara violación a la Ley Federal del Trabajo, al ser un día de descanso OFICIAL e irrenunciable.


Sin más que agregar, por medio de la presente me permito comunicarte mi decisión de renunciar al puesto de Corrector de Estilo en LA EMPRESA por así convenir a mis intereses personales, en términos de la Fracción I del artículo 53 de la Ley Federal del Trabajo.

Saludos.

Luisz de Pablo.



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lunes, 14 de diciembre de 2009

... Quince años, cero piedras, cuatro escenas ...

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It's not time to make a change,
Just relax, take it easy.
You're still young, that's your fault,
There's so much you have to know.
Find a girl, settle down,
If you want you can marry.
Look at me, I am old, but I'm happy.

I was once like you are now, and I know that it's not easy,
To be calm when you've found something going on.
But take your time, think a lot,
Why, think of everything you've got.
For you will still be here tomorrow, but your dreams may not.



No necesito gritar en donde ya las voces se han apagado. No tiene sentido. Estoy solo, sí, aunque suene egoísta. La luz de tu mirada se ha extinguido hace tiempo ya y yo ni siquiera recuerdo la última vez que te vi, que me abrazaste, que me dijiste campana, que comimos juntos, reíamos y me enseñaste de futbol.

INTERIOR DÍA.
21 de junio de 1994. Argentina contra Grecia. Mundial Estados Unidos '94. Golazo de Maradona. Restaurant Manuelito's. Mi papá, mi hermano y yo. El juego en la tele. Sonido ambiente. Sin diálogos.
Fade.

¿Por qué tu voz se ahogó? ¿Por qué te perdiste en la noche? ¿A dónde escapaste? ¿Y por qué no puedo seguirte? No tengo ni el recuerdo de un doctor de bata y cabellera blanca acercándose a la familia, que con la sonrisa demacrada escuchara decir que sólo quedaba esperar.

EXTERIOR DÍA.
Algún día de 1994 entre octubre y noviembre. Clínica de Especialidades Blablabla. Mi hermano y yo encerrados en el coche. Mi madre dentro de la clínica. Mi abuelo fumando afuera del auto. Corte a: Mi madre regresando al auto limpiándose los ojos. Todos regresando a casa. Silencio.
Fade.

Fue un golpe doloroso el creer que mi nombre se borró de tu memoria, que no quisiste verme para cuidarme, pero a cambio me quedó la incertidumbre. Tiempo después mi mamá nos confesó que prefería que te recordaramos sobre el escenario, bailando y cantando; o sentado en la casa, leyendo, con tu chaleco rojo y el vaso alto también rojo lleno de té de canela. No quería que vieramos en lo que te habías convertido: Un hombre postrado ante una cama, con el color perdido, manchas hepáticas por todos lados, y en agonía de muerte, así como mueren los enfermos de cirrosis. Ajá, té de canela y vodka.

EXTERIOR/INTERIOR DÍA.
15 de diciembre de 1994. Escuela secundaria. Mi madre hablando con la directora. Mi hermano y yo esperando, de nuevo en el coche. Corte a: Ambas saliendo, la directora nos abraza y derrama algunas lágrimas. No dice nada. Corte a: Mi madre, mi hermano y yo en la casa. Su papá murió hoy en la mañana.
Fade to black.

Si sólo te hubiera dicho adiós, si sólo hubieras sabido la admiración que te tenía, que te tengo a pesar de todo y a pesar de tanto y a pesar del tiempo. Pero callé y me arrepiento. Me arrepiento de en algún momento no haber querido verte y haberme guardado tanto. Tantas palabras que pudieron darte una sonrisa, quizá la última.

EXTERIOR DÍA.
Algún día antes de navidad de 1994. Cementerio. Mi madre, mi hermano y yo buscando. Búsqueda fallida. -Mi padre enterrado en una tumba sin nombre. La misma tumba de su padre, mi abuelo. Su madre, mi abuela, quiso para él una muerte anónima. Mi madre, ocupando su tiempo en ser fuerte para sus hijos, no tuvo la fuerza para luchar contra eso. No la culpo.- Nos abrazamos. Corte a: Flores en el piso.
Fade out.

Tú caminas los senderos de la redención purgando las culpas que pudiste o no haber tenido en vida. Y yo, yo ni siquiera tengo una piedra con tu nombre en donde llorarte ...


All the times that I cried, keeping all the things I knew inside,
It's hard, but it's harder to ignore it.



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jueves, 10 de diciembre de 2009

... Me and myself and i and ...

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Quizá lo sabía desde tiempos inmemoriales, pero de cualquier manera, ávido y hambriento de conocimiento como siempre, me gusta darme cuenta de las cosas. Siento un placer bizarro e indefinible cuando caigo en algo, cuando lo entiendo, cuando sustituyo la cara de what por una un poco menos babosa y dejo de preguntarme el porqué de las cosas.

Después paso por un periodo de negación, aceptación, culpabilidad, etc. Casi como cualquier duelo, pues la revelación de una verdad equivale a la pérdida de una venda en los ojos que séase como sea, es una pérdida y hay que cargar con el duelo correspondiente.

Aunque, de todos modos, la mayoría de las veces lo sé todo. Muy en el fondo lo sé todo y entonces el descubrimiento, aunque impactante, carece de la relevancia suficiente como para ocasionarme un duelo por la pérdida de la ceguera. Y la revelación de esta semana fue mi carencia absoluta relativa para el trabajo en equipo.

Por supuesto que he eliminado la liga de este blog en mi currículum profesional, digo, no es buena idea decir que no tengo capacidad para trabajar en equipo en un sitio que leerían mis futuros empleadores (síscale, síscale). Lo sé, lo proclamo y lo -quizá malamente- enarbolo; además no me pesa en el alma ni mucho menos, 'antesalcontrario' diría mi sabia madre. Creo que siempre he tenido el complejo de líder, pero no es algo bueno, al menos tengo complejo de líder tiránico, mesiánico y antártico.

Desde mis tiempos de escolapio, prefería hacer yo solo los trabajos en equipo porque no confiaba en mis pares, bueno, pares es un decir porque por supuesto no podían equiparárseme, de haberlo hecho, habría confiado en ellos y sería un verdadero trabajo de equipo y muchas desgracias se hubieran evitado y ...

Bueno, el chiste es que en toda mi corta accidentada redundante extraña trayectoria laboral he procurado tener ese rol. Si no, me siento incómodo la mayoría de las veces. Simplemente es que me cuesta entender que alguien especial con capacidades diferentes (NO un niño teletón) puede estar sobre mí y darme órdenes estúpidas que deben cumplirse sí o sí, no importando que estén bien o mal, que sirvan o no, que dirigan al éxito o al fracaso, que conduzcan al Valhalla o al Hades.

Por eso en la universidad yo era el director general de nuestras agencias de publicidad ficticias, y aunque mi labor era únicamente hacer la presentación global de los proyectos, siempre SIEMPRE interrumpía a mis compañeritos para corregir sus explicaciones. Por eso no acepto correcciones ortográficas, gramáticas y/o gráficas de un diseñador egresado de la unitec -nada personal jeje- hace quince años. Por eso, por la admiración que siento hacia su trabajo y su dedicación, me convertí en esclavo -trabajo muy duro, páguenme dinero- un par de meses de una espantaja cachetona. Por eso me hice representante legal y director de nuestra empresa en el mundo real asumiendo todos los derechos y obligaciones que de ese hecho emanaran, simplemente porque no podía confiar tanto en alguien como para dejarle plena responsabilidad.

Hasta ahora. Porque encontré a la socia de negocios perfecta, la que mantiene mis pies en la tierra pero mi mente en el cielo. Quien no coarta mi libertad creativa ni pretende imponerme reglas tan estrictas como absurdas. La que me hace soñar con el éxito pero me enseña que sólo se llega a él mediante el trabajo. En quien confío plenamente y no me da miedo porque sé que lo que hace lo hace con pasión y lo hace bien. La que admiro por ser quien es.

Es mi jefa, es mi socia, es mi compañera, es mi amante, es mi símil, es mi ideal, es mi par, es mi novia, es MI MUJER, ¡MI MUJER!



¡¡¡ letem bi lait !!!

lunes, 7 de diciembre de 2009

... Trotamundos ...

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Antonio de Nigris se murió todito en Grecia hace ya tres semanas pero yo apenas lo entendí. Me enteré de la dramática noticia al día siguiente por la mañana mientras iba en camino a ver a mi amor de mi vida mía de mí, me detuve un par de minutos como hago todos los días frente a un puesto de periódicos a leer los titulares del día. Si hay algo relevante o que me interese en especial, compro un diario, o dos, si no, me espero a leer las versiones electrónicas (hay que ahorrar monedas y papel).

Entonces, como cubetada de agua fría me cayó la noticia de que había muerto Toño de Nigris. ¡Un accidente! Es lo primero que pienso cuando me entero de la muerte de alguien joven. Y de cierta manera lo es, un accidente provocado única y exclusivamente por la casualidad. Una arritmia nocturna con consecuencias fatales. Investigando un poco, ese tipo de arritmias nocturnas son comunes en atletas de alto rendimiento que tienen un ciclo de sueño regular, y se presentan casi todas las noches, entre las 2 y las 5 am, sin producir daño alguno. Por otro lado, el engrosamiento de las paredes del corazón en los atletas de alto rendimiento es también común. Despues de todo, el corazón es un músculo y como tal, si es entrenado continuamente, la tendencia natural de su fisiología es hacia el crecimiento. Por lo tanto (tres puntitos), la combinación de un crecimiento descontrolado del músculo cardiaco y una arritmia nocturna especialmente fuerte, trajeron la funesta consecuencia del infarto que acabó con la vida, la carrera y los sueños de Antonio de Nigris. Tenía una esposa y una hija de tres años.

Porque Toño no era el mejor futbolista ni el mejor de los delanteros del mundo. Pero lo importante es que ÉL sí se lo creía. Cuando debutó en el Montegay en el 2000 o 2001 o algo así, yo me preguntaba de dónde era, por qué era tan alto y güero y metía tantos goles. Junto a Guillermo Franco, yo pensaba que se habían traído un par de buenos argentinanos por fin. Pero después me enteré de que era mexicano, monterreyano y tenía un hermano que jugaba, ejem, en los Tigres; además de otro hermano que jugaba, ejem, del otro lado.

Después me pasó lo mismo con Kikín Fonseca en PUMAS, no sabía si era chilano, uruguayano o guanajuatano, pero esa es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión.

El babas de Enrique Meza empezó a llamarlo a la Selección Mexicana y a alternarlo en el frente del ataque con Jared Borgetti. "Los italianos", como los llamó José Ramón Fernández, de Nigris y Borgetti representaban por fin la esperanza de una delantera temible y feroz para el Mundial de Corea y Japón 2002, en donde enfrentíamos, por cierto, a Italia, Ecuador y Croacia. Como cada cuatro años, los comentaristas televisivos nos vendieron humo, nosotros lo compramos y pensamos en la gloria mundialista en tierras asiáticas. Sin embargo, Toño de NIgris se quedó en el camino. Como le pasa a todos, absolutamente todos los buenos que se van al américa, acabó con su nivel y valió para dos cosas. No fue al mundial y en el siguiente proceso, el idiota de Lavolpe no lo consideró en lo absoluto.

Para entonces, Toño ya había desafiado a las mafias del futbol mexicano jugando para quien se le diera la gana. Vino a PUMAS y de nuevo crecía en mí la ilusión de un delantero goleador que le metiera cuatro goles al necaxa y encumbrara a los universitarios a un título más. Pero no. Antonio de Nigris fue una pieza más de la inoperancia felina en el segundo semestre de 2005 que a la postre terminaría con el rodar de la cabeza de Hugo y el campeonato legítimo de la Copa Sudamericana de la mano de Miguel España.

Dos goles inmortales suyos tengo en la mente. Uno completamente inócuo, un golazo con la Selección en un partido amistoso contra Brasil, de volea, de primera y al rincón, simplemente hermoso. El segundo sí fue determinante para el avance de PUMAS en la Copa Sudamericana. La época Hugo Sánchez llegaba a su final y nos fuimos a meter al estadio de Corinthians en Brasil, arrastrábamos la cobija y dábamos más pena que gloria así que parecíamos presa fácil para los cariocas. Perdíamos 2-0 y ellos parecían conformes, jugaban con nuestro equipo como un gato con bola de estambre. Era el acabose, necesitaríamos ganar en CU por tres goles para avanzar a las semifinales, y así como se veía el horizonte, nunca en la vida sucedería. Entonces, un tiro de esquina a favor se dio en el último minuto, el balón volaba hacia el centro del área y Toño de Nigris se levantó en toda su altura, conectó el balón con la cabeza a primer poste y sacudió las redes. De súbito ya no necesitábamos tres goles en nuestra casa, solamente uno y eso era totalmente realizable. La siguiente semana perderíamos contra el amiérdica y Hugo fue despedido, España tomaría las riendas y con un Bruno Marioni inspirado, le metimos tres goles al Corinthians, de ahí nos encumbraríamos al subcampeonato espurio y el título legítimo de la copa. Y de Nigris estuvo ahí.

La onda es que se murió Toño y yo no entendía porqué me daba tanta tristeza, porque no es lo mismo, obvio, que se muera Benedetti o Michael Jackson a que se muera Toño de Nigris. Los unos son estrellas inalcanzables que están en una galaxia muy, muy lejana para nosotros los mortales. Pero Antonio era uno más. Repito, no era el mejor del mundo ni mucho menos, sin embargo él pensaba que lo era, y que lo merecía. Y eso hace toda la diferencia.

Porque no se dejó de nadie jamás. Porque buscó siempre la manera de seguir sus sueños aunque las 'voces conscientes' le dijeran mil veces que estaba equivocado. Porque desafió los convencionalismos de su entorno. Porque no le importó que uno de sus jefes lo odiara y lo bloqueara hasta el hartazgo. Porque tuvo los taneits de salirse de donde no era feliz. Porque tocó la vida de al menos un entrenador y varios compañeros de equipo. Porque dio esperanza con su trabajo. Porque cumplió sus sueños paso a paso. Porque dio todo de sí y porque -lo haya sabido o no, haya sido un defecto congénito cardiaco o no, haya tenido que dejar de jugar al futbol para salvarse o no-, no dejó jamás de hacer lo que le gustaba, siempre buscando escaparates y oportunidades. No sé a quien me recuerda ...

Yo lo haría, si me dijeran que para salvar mi vida tendría que dejar de leer y escribir, seguramente no lo haría. Y de hacerlo, ¿quién me salvaría de mí?







¡¡¡ letem bi lait !!!

jueves, 3 de diciembre de 2009

... PROPUESTA PARA LEVANTARSE A LAS 11 ...

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Podría escribir toda una perorata quejándome de todo para rematar pegando una historia que considero es la panacea de todas las historias.

Pero la verdad es que estaba hurgando en mis archivos perdidos buscando un texto para reciclar, y que mi amable y culto público lector no se diera cuenta de mi bloqueo amoroso-creativo, pero no logré hallar nada medianamente decente.

Sin embargo quiero regalarles un texto de un autor desconocido (colombiano al parecer) que desde que la leí por primera vez, allá en el lejano 2005 me fascinó.

Pienso que todos los que deseamos hacer un oficio de lo que es escribir tenemos que fijarnos en la técnica, la hilatura y la delicada filigrana contenida en estas letras courier. Sin mayor presentación, los dejo con una de las mejores ficciones cortas que he leído en la vida:


Propuesta Para Levantarse a las 11.

¿Que asesinar es traumático?, eso dicen los que no han matado sino gallinas o ratas, pero matar es rico y sólo se necesita rabia; por lo de la culpa, pura mierda eso no te puede joder, culpa de qué si se tenía que morir algún día y es mejor así que morir agonizando de una enfermedad dolorosa, es mejor terminar allí bien tumbadito en el andén. Yo no soy de los que me quedo en el lugar del crimen, pa´que, no, yo me voy para mi casa pero antes entro a misa, casi siempre porque tengo la sensación de que si me llegaran a buscar por el muerto el cura podría decir que me vio en la iglesia.

Tampoco le encuentro sentido ir a los velorios o cementerios, yo lo mato y ya. Pagan de 500 mil a un millón si es un don nadie, pero si el finado tiene alguna dificultad el costo se eleva un poquito. Lo que más he cobrado son 5 millones por un diputado, pero por que tenía guardaespaldas y todo. A mí en este negocio me va bien porque soy serio, yo no soy de esos muchachos gatillos locos que matan
trabados o borrachos y se gastan el dinero en putas. Yo mato todo lo que se pueda matar, un día una señora me pagó $150 por matar un perro y así lo hice, era un rottweiller grande, pero un tiro y listo el perro.

Por eso les cuento, yo mato mujeres, niños (que valen como adultos pues esto no es agencia de viajes común, para ir al más allá se paga como adulto y ya), viejos, curas; mato de todo, pero mato, no amenazo, no dejo heridos, pocas veces he dejado heridos, pero después los mato en cuanto dan papáya. No trabajo, tengo un apartamento en una unidad residencial de clase media y tengo un carrito estrato tres y ya. El resto de lo que gano lo invierto en tierras. Tengo ya seis hectáreas en el departamento del Cauca y sé que en un par de años podré tener vacas y otros animales, cuidarlos mientras crecen y me puedan ofrecer algo para matarlos también. Como leen yo opté por ser el embajador de la muerte, no tengo guadaña ni visto de negro, peso 85 Kg., cobro porque no se puede trabajar gratis. Nunca he matado a nadie por que yo quiera, generalmente a los que mando a mejor vida no los conozco, y así fueran conocidos los mataría igual.

El negocio funciona de la siguiente manera. Tengo un beeper y allí me llega el mensaje de ir donde Paco, Paco tiene una venta de comidas rápidas en el sur, hace unas hamburguesas horribles pero él es el único con el que trabajo, siempre pido una foto, dirección del trabajo, de la casa y los teléfonos. Escojo el día, aunque que la verdad no importa mucho pues yo no hago ni seguimientos ni nada, eso se lo inventaron en Estados Unidos para que las películas duraran dos horas; no, yo no, me paro en la salida de su casa, lo sigo y lo mato en el momento que sea menos peligroso, a algunos los corono allí mismo saliendo de la casa, hay otros a los que me toca seguir todo el puto día, pero son $500 mil y eso me alienta. Tampoco me importa si están con la mujer, los hijos o la mamá, lo único que analizo es que no me puedan responder con otro tiro, o que la policía esté por allí. Así me pasó con el man ese Cara de Moco, $800 mil había cobrado pero me arrepentí porque ése era de los de
millón quinientos, no ve que hasta carro blindado tenía y todo, yo no sé por qué lo querían matar, pero no entré en ese negocio, allí yo no tenía nada que hacer, luego en la prensa salió que al sicario que le disparó lo mataron los escoltas; Si ve, siempre es que uno tiene su ángel de la guarda. Yo he estado pensando en estos días que debería cobrarle al periódico El Caleño por cada muerto que yo pongo en primera plana, no ven que si no fuera por mi no venderían ni la mitad de los periódicos.

Casi nunca sé por qué los quieren mandar al papayo, ni me importa, porque eso ya es chisme, lo único que yo sé es que hay una persona que no quiere a la otra y yo soluciono ese problema de afecto si una de las partes me da un cariñito de un millón, eso es todo. El Cucarrón tenía un fierro, yo se lo pillé porque se ponía de visajoso a caminar con media cacha afuera, por eso me puse la gorra de siempre, las gafas negras, la chaqueta y los tenis por si hay que correr. Ese man se puso de timbrado y empezó a llamar a la policía desde el celular pero ya había perdido, porque lo tenía calibrado y tas, tas, así es que suenan las balas, nada de pum, pum, esas son las balas de los muñequitos en las historietas, las de verdad suenan tas. Y fue saliendo del carro para la panadería donde quedó muñeco, yo como no apunto sino que me les voy por detrás y les descargo el revólver casi siempre en la cabeza o el cuello, El Cucarrón se cayó, pero no había tocado el piso y yo ya estaba lejos.

Yo no le apunto al fulano ni le hablo, eso de los discurso apuntando a un cliente también es una mala maña de película, que putas me voy a poner a hablarle o mirarlo a los ojos para que llegue otro y me dé a mí o para que él mismo me tire y me joda, no, sólo hay que acercársele, disparar y correr como alma que lleva el diablo, yo no miro para atrás por nada del mundo, corro y corro, cuando llevo tres o cuatro cuadras tomo un taxi o un bus. Casi nunca me siguen, sólo escucho gritos, no sé por qué no me siguen, bueno. será miedo, yo no tengo miedo, lo peor sería quedar herido y lisiado, pero si muero en mi ley, era mi hora. En el taxi viajo hasta la iglesia, allí me quedo hasta la misa o rezo un buen rato y me voy caminando a mi casa, guardo el revólver en una súper caleta y en otra las gafas, la chaqueta y la gorra.

Nunca salgo con el fierro si no voy hacer un trabajo, nunca disparo en falso, otra cosa es que me haya tocado matar a otros que se meten o que me equivoque de fulano. Eso de estar disparando a botellas o a circulitos no, eso no es para mí. El arma me la vendió un policía, es un clásico 38 largo, negro con cacha ortopédica, nada que se encascare ni que dé mucho visaje, el policía me la vendió con cuatro cajas de balas, y cada que necesito las compro en la olla, pero no mantengo muchas tampoco, solo una carga y otras en el bolsillo por si una balacera. Les decía que en algunas ocasiones he matado al que no era, pero eso no lo cobro porque son errores míos, además es muy difícil que los paguen, yo mejor sigo intentando, también he tenido casos donde toca darle al fulano y al que lo acompaña porque se meten y bueno, el metido lleva. No crean que estoy loco o que soy así por que mi papá me violó cuando estaba pequeño o que el cascaba a mi madre, no, nada de eso, mi papá es un p
ríncipe, sólo que se salió a vivir con una mujer más joven que mi mamá y ya tiene un hogar con ella, yo lo veo de vez en vez y admiro mucho al viejo. Mi mamá si es un alma de dios, desde que tengo con qué la saque a vivir en un hogar de viejos muy fino y ella allí tiene amigo y se divierte, me teje mantas, me hace cuadros que guardo con cariño, no hay domingo que no la vea. Le llevo uvas y mandarinas del supermercado.

Estoy en esto por que soy perezoso, me da jartera madrugar, estudiar, muliar, y bueno, son pocos los que se le miden de manera profesional a esto y hay trabajo, si logras saberte mantener en esto vives como un rey. Eso sí, no mates gente muy importante por que te encochinan y seguro te matan también o peor, te encanan, por eso mata a gente común y ya. En la finca tendré pollos, un corral de cerdos y un pozo de cachamas y seguir matando ya dentro de la ley. No tengo novia, tengo amigas pero ellas se empiezan a meter en mi vida, esa es la maldita costumbre de las mujeres, uno se las culea una vez y ya quieren irse a vivir a tu casa, pero yo si las paro y solo las tengo para las saliditas. Yo estoy seguro que nadie sabe quien soy, les digo a mis amigos que soy dueño de un taxi y que tengo unas casas alquiladas pero nadie sabe que soy uno de los matones más grandes de la ciudad, seguro que no, porque el de los perros y los amigos de él sabrán de mí, pero no saben donde vivo; aunque o tal vez me hayan seguido, pero aún soy muy útil para ellos. Me generó desconfianza ver a un man donde los perros y Paco le dio un paquete como los que me dan a mí cuando digo "una para llevar mono", mínimo ya tengo reemplazo, si siento que se me baja el trabajo me largo de una para la finca y me llevo a la vieja. Por el momento he tenido entre cuatro y cinco clientes al mes, que vienen siendo, mal contados. mal contados, tres paquetes, sueldo de gerente o de político ¿no? Y levantándome a las 11: 00 am casi todos los días. Claro está que al último que mato antes de mi auto jubilación es a mi vendedor preferido de perros calientes.




De última búsqueda supe que el autor es: Omar Felipe Becerra Ocampo



¡¡¡ letem bi lait !!!

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