miércoles, 18 de febrero de 2009

... ¿Alguien que me regale una caja de Snickers? ...

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Durante la post-pubescencia, cuando descubrí la red de redes y comencé a tener ‘amiguitas onlain’ y a recibir correos extraños que contenían muchas direcciones electrónicas y cuyo asunto comenzaba con las ininteligibles letras o siglas o algo ‘Fwd’, respondí por primera vez lo que hoy día es conocido como ”****” (me juré a mí mismo que jamás iba a escribir esa palabra en mi blog).

Una cosa de tipo chismógrafo, cuyo último de su especie tuve entre mis manecitas santas en el primer semestre de 1999. Morí de risa cuando a alguien se le ocurrió escribir ”soy quinta” en el apartado de la primera relación sexual. Lo peor de todo fue que quien lo escribió, vaya, la risa, además de ser causada por las palabras usadas, me carcajeé porque ME CONSTABA que era mentira.

Los chismógrafos por correo electrónico tenían su encanto, ahora ya solamente los mandan por mensaje hi5 o crean una aplicación en facebook. El último cuestionario de ese tipo que respondí incluía una pregunta cuya respuesta me retumba en la cabeza en estos días:

“¿Cuál es el peor sentimiento del mundo?”

Mi respuesta antes y entonces fue: “El hambre”.

Sólo por decirlo, por escribir algo. En realidad no la conocía. Ojo. Siempre que tenía antojo de algo lo comía y ya. Si había en la casa o en casa de mi mamá y si no iba a la tienda y lo compraba. Hoy no puedo hacer eso. Literalmente llevo días sin comer. Dos para ser exactos, desde el lunes no pruebo bocado.

De comida pues. En la oficina hay paletas y panecitos, pero hay veinte personas trabajando aquí y la quincena no ha llegado, así que no falta mucho para que alguien pierda la cabeza y arrase con todo. Estoy escribiendo esas líneas el día miércoles dieciocho de febrero de 2009 a las quince horas con veintiún minutos para que en caso de fallecimiento por inanición, quede constancia de que alguna vez me quejé de hambre.

Algo que jamás me había imaginado llegar a hacer. No estoy pidiendo ayuda. No. Jamás. Estúpido y maldito orgullo. Nada halagüeñas son las noticias que nos dan al preguntar por el depósito. No sé que hacer, mientras la mayoría morimos de hambre y a algunos nos comenzarán a cobrar intereses de tarjetas de crédito y de atraso de renta, hay mucho trabajo que hacer aún. Me escapé media hora para escribir esto (no es cierto, estoy en render).

Tengo hambre. Carezco de liquidez y me resisto a deshacerme de mis últimas dos monedas ‘de a peso’. No importa, de todos modos no me alcanza para nada de lo que hay en la tienda de la esquina, acaso una Tutsi (el guord me corrigió tutsi por tutti jeje, recuerdos...).

Por cierto, me acordé de la peor cita que he tenido en la vida (versión familiar).

Era miércoles y era la primera vez que me veía con ella de día, la había conocido el sábado anterior en una fiesta, y cosas habían pasado entre la oscuridez, el mareadismo y la hormonidad. Ese miércoles iríamos a comer y al cinepiojo y a ver a que más. Al llegar a su mansión multifamiliar me recibe una sombra (literal) de lo que había sido de noche. ¡Dios! Sin tanto maquillar y arreglar cómo cambia la gente. En fin, salimos, pos ya que. A continuación reproduzco libremente el diálogo:

Luisz - ¿A dónde quieres ir?
Boba - A donde quieras.
Cerebro de Luisz - Mmmmmta.

Luisz - ¿Tienes hambre?
Inapetente - No mucha, pero si quieres.
Cerebro de Luisz - Ya sé por dónde va esto.

Luisz - ¿Se te antoja algo de comer en especial?
Mujer de gustos gastronómicos universales - Lo que tú quieras está bien.
Cerebro de Luisz - Estoy muriendo, ¡sálvenme por favor!

Luisz - ¿O quieres mejor ir al cine?
Accesible - Sí, si tú quieres.
Cerebro de Luisz - Shabadabadá shabadabadá en el centro del planetaaaa ...

Luisz - Bueno vamos al cine.
Tonta - Sí, si quieres vamos.
Cerebro de Luisz - Buajajajajaja ...

Llegando a la taquilla del cine:

Pinchiviejaendeja - ¡Ah se me olvidó la bolsa en el coche! Pero no importa, de todos modos no traigo dinero.
Cerebro de Luisz - Fallecí.
Luisz - Voy al baño, fórmate mientras ¿sale? Regreso.
Desguanzada - Sí, si quieres.

Acto seguido, me fui de ahí y no volví a saber de ella jamás.

Ese día comí muy rico.

Tengo hambre.




¡¡¡ letem bi lait !!!

domingo, 15 de febrero de 2009

... Simplemente perfecto ...

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No podría ser de otra manera, las historias no pueden tener siempre picos de felicidad. Como en una onda sonora hay altibajos y la vida nos da lecciones que nosotros, los hombres nos empeñamos en olvidar, o más bien en no recordar. Porque duele.

Cuando estamos en el cénit hay que disfrutarlo mientras dura, porque en ese punto no hay a donde más dirigirse mas que abajo, siempre abajo y si no estamos suficientemente preparados, la caída es dura.

Por el contrario, cuando hemos tocado fondo y parece que se acaba, una luz que no se apaga jamás emerge para recordarnos que estamos vivos, que existimos, que somos, todo y tanto. Son ciclos, etapas quiero creer.

Tantas historias dando vueltas en mi cabeza. En los próximos quince días, mi misión es darles forma mínimo a veinte de ellas. Lamentablemente no podré compartirlas con los aquí leyentes. Aún. Pero no abandonaré La Galleta, espero y confío en que a marchas forzadas se me despierte la musa (no la del dolor, no más por favor). Extraño METATEXTOS, extraño cineen.com, extraño el frío, extraño el tráfico y la vida rápida, extraño el bar, extraño mi casa, extraño la ermitañez. Te extraño a ti.

Buenas cosas vienen para marzo, y eso que faltan dos semanas para entonces.













¡¡¡ letem bi lait !!!

miércoles, 11 de febrero de 2009

... This are the days of our lives ...

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Si alguien me conoce de los pies a la cabeza, con todos mis defectos y virtudes, con amor y desamor, con dudas y soluciones fuerte sexo débil, ese alguien es Brisa (el nombre se ha cambiado para resguardar confidencialidades).

Brisa se casó no hace siquiera un año con uno que no fui yo, obvio. En este espacio se dio cuenta de ello y quizá un poco más. Les deseé que les fuera como lo merecieran y algunas personas brincaron contestando que ese era un deseo malévolo. Nada más alejado de la realidad. Mis pensamientos no se enfocaron jamás al fracaso de su maridaje (¿aplica?), sino a su entrega en todo lo que hicieran por la mutualidad. Aparentemente no fue así.

No lo hicieron o no pudieron o no les alcanzó. Y eso me da miedo ¿saben? Yo de verdad confiaba en ellos, en ella más bien. Ajá, no en él; y no es por estúpidos celos ni nada pero no pensé jamás que él fuera una buena persona o ideal para esposo. Confiaba en la capacidad que ella tenía para lograr hacer funcionar cualquier cosa. Aquí cabe el apunte de que por cinco años de mi vida estuve absolutamente seguro de que yo era su media naranja. De Brisa, no de él, claro. Así que aunque con justísima razón puedan pensar que mis juicios estarían sesgados, prometo por lo que más quiero que no es así.

El andrógino no respeta y cuando se es forzado a compartir la mitad con una parte que no le corresponde, sufre. Sufre e hiede. (Me gustó esa frase, sonoramente claro).


La pregunta es:

¿Me hace una mala persona el que por un instante mínimo haya sentido gusto?

No gusto porque yo esperara obtener algo ni nada, sino simplemente por el hecho de saber que tuve la razón desde el principio.

¿Soy una persona espantosa?

¿O simplemente es una muestra más de mi falible condición?




¡¡¡ letem bi lait !!!

lunes, 9 de febrero de 2009

... ¿? ...

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Es como el descubrir que tu superhéroe es un nerd que obtuvo sus poderes de manera estúpida y los usa de ídem. Como el darte cuenta que mañana no es para siempre, que las promesas pueden ser rotas y no pasa nada. Como el que algo se rompa y no puedas identificar qué es, pero en cambio sepas exactamente en donde se siente la fisura. Como el estar a punto de hacerle un cumplido por su madurez y la manera en que afronta la vida y la realidad y después recibir la patada en las bolas. Como el hartarse de Alejandro Fernández y una frase: "... prometiste no perderte ..." (Ajá, sé que así no va pero me vale, así la canto yo).

Odio (ten en cuenta que miento).

Palabras controversiales de Luis.

No es por el hecho en sí mismo, es por los principios, bueno sí es el hecho pero en menor medida. Lo que hiede es la idea. La imagen etérea a la que se le cayó uno de los pedazos acaso más importantes: La admiración.

No soy perfecto aunque lo parezca. Tengo ciertas oscuridades propias de mi falible condición humana. Por eso permanezco, siempre en busca y siempre con la certeza, acaso con la magia, de la que nunca se acaba, de la que se da a cada instante.














¡¡¡ letem bi lait !!!

martes, 3 de febrero de 2009

... Mañana es para siempre ...

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Está como de hueva contar las cosas que me pasan en el trabajo porque nadie de ahí viene a husmear La Galleta ni nadie de ustedes jicotillos trabaja donde yo, así que no entenderían si digo:

"qué tranza labanda"

"cámara ñero"

"que se mueran los gais de gripa y de sida"

"en este momento se me ha agotado el agua de fruta anacardiácea caballero"

"que digo amigo"

"Dulce Reséndiz"

Cosas que hacen cajetear de la risa a mis amiguitos laborales no tienen sentido fuera del trabajo laboral del laburo (¿de quién me acordé?).

Mañana veré a muchas viejas guapas y otras muchas más que creen que lo son (porque son ciegas, taradas o no tienen vergüenza). Hay casting en la oficina y estoy aquí escribiendo este remedo de post. La verdad no quiero llegar a mi casa. El rumeit renegado que vive en la sala tiene todo hecho un desmadre, ya le dijimos, exigimos y vuelto a demandar que deje de mamar y arregle su cuchitril. Ya se va, el quince de febrero a más tardar debe estar fuera. Nos quedamos los tres rumeits más o menos ordenados y píos (notar que es casa di'ombres, así que no se hagan muchas ilusiones).

No le digan a nadie que tengo que cuidar mi reputación de altanero, precioso y orgulloso; hoy me sentí feo. Físicamente feo. Llevo un mes sin rasurarme y el mismo tiempo sin cortarme el pelo, a diferencia de noviembre cuando estaba inmerso en un proceso creativo que me costó sangre y semen, hoy no tengo nada que me inspire a sacar lo mejor de mí. Me siento como un obrero que hace lo que se le indica que haga, nada más ni nada menos. A causa de la tos pedí a la luna volverme emo, en realidad no quería reírme porque cuando lo hacía tosía interminablemente y en ese freak-show en que se ha convertido el canal, no pasa un segundo sin que alguien haga alguna pendejada pendeja y me cague de la risa. Y tosa como chacuaco.

Pero me sentí feo. Por más que traté de erguir la espalda, las contínuas horas nalga en el cómodo sillón negro han hecho mella y dejé de intentarlo. Me resigné a encorvarme, hoy por lo menos. Mi pelo afro se va para todos lados y la decisión de dejármelo crecer hasta que las rastas se hagan solas se tambaleó. No soporté la visión que me devolvían los cristales de los autos. Me cagó especialmente la gente y más me caga el hecho de que mañana tengo llamado a las seis a.m. para un casting.

Lo cual me lleva al origen de todo esto. Mañana hay casting y hoy me siento feo. Nunca me siento inseguro alrededor de las mujeres, ni siquiera ante las que fácilmente podrían pasar como diosas de cualquier religión escandinava. Me intimida la esencia, no la presencia. Y la esencia es imposible de ver de primera intención, así que no me preocupa estar en un lugar rodeado de mujeres hermosas (y hombres, pos ya que, pero esos no me gustan, yo no le voy al américa). Pero hace un momento caí en la cuenta de que me siento feo; sé que soy un sol, no hay necesidad de que me lo digan, mas si como me siento me veo, ya me chingué.

Luego pensé: '¿Para qué quiero verme bello? Pues porque lo soy. Ajá, pero ¿para qué quieres que mujeres piensen que eres bello? Porque la verdad no puede ni debe ser ocultada. Ajá, pero ¿tú qué ganas con que ellas sepan la verdad? Y ahí ya no tuve respuesta'.

Ya me acordé de otra cosa que iba a escribir. Siempre he sido malísimo para descubrir los coqueteos. Por ejemplo:

1. Platicaba con una realizadora y le decía que anoche ví una película en mi laptop. Me preguntó si tenía una mesa para la compu a lo que contesté que no, que la veía con la lap recargada en mi pecho. Después ella me dijo que la invitara a ver una película.

2. La paisa me dijo que soñó conmigo en la cama, pero que yo le decía que no quería que dejara a su novio y sus planes de boda por mí.

3. Tal vez la paisa no se quede a trabajar en la empresa y me dijo que me extrañaría mientras me apretaba el brazo fuerte con sus dedos de uñas pintadas de negro oscuro. (Ok, me parece que estoy viendo demasiada poca televisión).

4. Una pelirroja escocesa en la playa ... too much.

No hay mucho más que decir.

La extraño, eso es todo.

La soledad es una puta mierda.



¡¡¡ letem bi lait !!!

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