Hay veces, las más, en que las personas
Pero las cosas pasan. Un día todo es perfecto equilibrio. Pero en cualquier momento eso puede cambiar, los equilibrios se rompen, la tranquilidad se quiebra ... el corazón se hace pedazos.
Cada noche nos acostamos con la perspectiva de un día nuevo, por la mañana somos sombras oscilantes en silencio rumbo al cuarto de baño, agua en la cara para medio despertar y la quietud se perturba con un timbrazo. Al teléfono esa llamada en la que todos hemos pensado, que nadie quiere recibir y que jamás se está lo suficientemente preparado para contestar.
Un fuerte abrazo piscóloga, no hay palabras que conforten más que la certeza de la presencia. Y yo estoy ... aunque eso ya lo sabes.
¡¡¡ letem bi lait !!!
2 comentarios:
Lo mismo digo...
=(
A veces ni con eso basta, pero si..
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