"... you can laugh, you’re forgiven, but
I’m no longer frightened, to be livin’ ..."
I’m no longer frightened, to be livin’ ..."
No una, todas. Las quiero todas. Las quiero y no. Estoy cansado de esperar, estoy completamente agotado de confiar.
Chale y re chale, que las ideas se me agolpan en la sesera y no hay manera de hilarlas coherentemente. Ajá, hoy, en mi larga travesía diurna/nocturna tuve tiempo de pensar, además de que mi ipod no había sido actualizado en cuatro meses, desde que me fui, así que todas las canciones (que por cierto y no está de más decir que me gustan) me remitían a tiempos más felices, creo.
No, eso no importa. Me voy a zurcar nuevos horizontes. Otra vez, todo otra vez, la espera inevitable, el tufillo a nuevo, las maletas que siguen sin hacerse solas, la discriminación de las posesiones (qué me llevo y qué dejo), y lo ignoto. Gente nueva, cosas nuevas, casa nueva, calles nuevas, y ellas nuevas.
No quiero una mujer (ya, lo dije). Las quiero todas, eso no es nuevo.
No quiero llamadas interminables y oídos doloridos. Quiero poder ver el futbol sin 'tener' que hablar, o estar al pendiente de una ventana de msn. Quiero poder estar 'sin hacer nada' y no pensar que 'debo' estar ahí. Quiero que se respete mi horario de Prison Break, de Heroes, de Futbol Picante, pffff, de tantas cosas que ahora prefiero hacer en lugar de estar meloseando.
No quiero preocuparme por nadie más que por mí. No quiero estar esperando con desesperación un mensaje avisándome que ya salió de trabajar o que ya llegó a casa, o simplemente que me quiere y que me extraña. Quiero que si alguien me quiere y me extraña, y decide hacérmelo saber, que sea sorpresa.
No quiero enojarme por supuestos o por palabras mal dichas o mal entendidas. No quiero darle a nadie el poder de hacerme enojar, ni de ponerme triste, ni de acelerar mi ansiedad.
Quiero, deseo y ansío la compañía de una mujer hermosa, pero no quiero saber (necesariamente) su nombre. Quiero poder decirle a alguien una vez más mi frase favorita de Sabina: "En mi cama no hay nada prohibido, pero no vayas a enamorarte". Y no acabar enamorándome yo. Quiero el contacto de una piel caliente, insaciable, sedienta de mí; quiero perderme entre los calores de encuentros furtivos, quiero hacerle el amor y luego adiós.
Quiero salir, caminar, reír. Con compañía. Y ya la tengo en la mira. Pero quiero descansar de toda la retahíla del cortejo. No, eso ya me aburre. Pero sí, me gusta el café, me gusta el cine, acaso un antro (puaj aunque después del CocoBongo ningún antro es tal, pero bueno, ya que).
Bah. Pinche nostalgia por los tiempos de hombrezuelo. Cuando podía permitirme cualquier caprichito y nada tenía consecuencias. Ahora sí, pero ¿sabes? Hoy no me importa. Mañana será otra historia.
Hasta pronto con historias de ...
¡¡¡ letem bi lait !!!
5 comentarios:
Es la una de la manana... llegue a Las Vegas hace media hora... Estoy cansada... Ya lei tres veces este post y aun no se que comentar... esta maquina no tiene acentos...
Deberia estar dormida...
Deberia dejar de tener ganas de... insistir.. (??)
No me quiero equivocar... fue un viaje largo, lo mejor sera dormir.
No... ya... mm .. (suspiro) ... (hay algo pesado aqui adentro...) ya ya...
Exito en este nuevo inicio... :)
JA!
Anda de moda eso de decir que no se quieren enamorar. Bleh. Si, uno elige enamorarse o no enamorarse, pero uno no elige conocer o no a la persona que te ponga en el dilema este, que la mayoria de veces, nos deja poquísimas ganas de negarse..
Qué envidia, nunca me permití todo eso que dices, huele a emancipación total.
Pero qué puedo decirte, soy una adicta... adicta y masoquista.
Yo tambien quiero días fogosos sin responsabilidades... Algún volverán para ti y para mi.
Sin duda esas épocas son buenas y sensatas.
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