"Cuando yo uso una palabra en un tono ligeramente desdeñoso, significa exactamente lo que yo quiero que signifique, ni más ni menos".
Humpty Dumpty.
Humpty Dumpty.
Desde cualquier punto de vista, cada blog es un reflejo de su dueño, de su autor, tanto en su diseño como en su contenido. Los hay muy simples, minimalistas, retacados, complejos, artificiales, ruidosos, estridentes, silenciosos, aburridos, interesantes o divertidos. Los blogs y las páginas personales en redes sociales reflejan intensamente la personalidad del individuo. Pero en algún momento, el mundo se torció y los espacios virtuales se convirtieron en una apología al mal gusto, a la acumulación como retórica de lo kitsch.
Gracias a Dios, mi vicio actual -facebook- nos permite a nosotros, simples usuarios de una red monstruosa y a ratos morbosa, conservar un poco de lo que aún nos queda de dignidad y autorrespeto al no permitir que los perfiles sean tapizados como a cualquier pelagatos se le hinche. ¡Bendito sea el comunismo facebookiano! Sé que quienes me conocen, saben que todo lo que tenga un ligero tufillo a Marx me causa escozor en los gumaros, pero también he de aceptar, en medio de un grave conflicto moral, que me contradiré a sabiendas y a propósito. ¡Me encanta que todos los perfiles de facebook sean iguales! No concibo la idea de que algún día se convierta en un hi5 con esteroides y entonces entre a ver alguna foto o cierta información de contacto o un test, y que mis ojos (verdes, hermosos) sean profanados por colores chillantes y destellos convulsionantes, o que mis bocinas sean violentadas por acordes que no pedí, que quizá no me gustan y acaso me molestan. Facebook, al coartar esa posibilidad, le da a la red un mecanismo mucho más homogeneo para intercomunicarse. No pasa eso con los blogs. Los hemos perdido, han sucumbido ante los deseos retóricos de los progamadores.
Los espacios físicos tampoco se salvan de la injuria. Mi oficina, mi cuarto, mi departamento, mi barra del bar y cualquiero otro espacio en donde me mueva, tiene todo que ver conmigo. Todo permanece en un orden preciso y un equilibro perfecto para lo que pretendo.
Hace relativamente poco tiempo, estuvo de moda despotricar contra (o a favor, ya no sé) de los comentaristas anónimos que se empeñan en molestar a la gente. Yo no he pasado por eso, creo. Porque a pesar que en mi blog se destila veneno,
Es tan común caer en el discurso fácil de "Si no te gusta lo que lees, no leas". Pero esa frase tan socorrida plantea una incongruencia enorme. Yo no puedo saber si algo me gusta o no si no lo leo. Pero, un momento, no estoy ni de lejos defendiendo a los comentaristas ofensivos. En lo que creo y defiendo con uñas es en la libertad de cada quien hacer lo que quiera.
Michael Ende da la lección. En la parte posterior de Áuryn está grabada precisamente esa leyenda: "Haz lo que quieras". Trampa y destino de los simples mortales que, enamorados del poder absoluto se pierden inexorablemente en sus deseos. Incógnito les pasa el hecho de que a cada acción corresponde una reacción de igual fuerza y magnitud pero en sentido opuesto, de que los actos tienen una consecuencia.
Si la posibilidad existe, los comentaristas tienen todo el derecho de despotricar contra el autor, de faltarle al respeto, de intentar ligarlos con frases aburridas, de escribir basura si ellos quieren. Tanto derecho es el de ellos como el del autor a molestarse, a comenzar una guerra verbal o simplemente a borrarlos y por lo tanto ser acusado de censor, de intolerante. Pero es un precio que los más están dispuestos a pagar. Yo al menos lo estoy. Las palabras lanzadas al público tienen reacciones y consecuencias, ya lo dije, pero no está de más el hacerlo notar. Y bien dicen que el que a karma mata, a karma muere. Y es mi derecho el eliminar la posibilidad anónima.
Los griegos inventaron el ostracismo como castigo supremo para los políticos corruptos, esos que en su afán de notoriedad, pasaban por encima de toda ley escrita o no. Una vez que por medios funestos alcanzaban el reconocimiento y la popularidad y eran descubiertos, de inmediato eran lanzados al ostracismo. Ni siquiera a la ignominia, nadie daba un peso por ellos, o una ramita de laurel para tal caso.
No es algo chido el ignorar.
¡Gulp!
¡¡¡ letem bi lait !!!
8 comentarios:
A mi también me chocaba eso del HI5 por eso mejor cerré la cuenta..
Lo único que de FB me desespera es tantoooo quiz, tanta cosa que aparece en las actualizaciones que tu no quires leer!! me he cansado de ocultar y ocultar y ocultar y siguen inventando cosas.. Que si fueras sombrero... Cual sombrero serías?? Que frase de cantinflas serías y así…
La homogeneización del Feisbuc es precisamente su riesgo más terrible. Es acelerar el paso en la carrera por difuminarnos en un mundillo de información donde no somos más que un par de códigos binarios sin personalidad. Y sin sombrero.
RELOADED????
WTF!!!
Ashhh!! Perdón, tuve que quitar el otro comentario por que me salió una burrada de ortografía, que mas que error de dedo, fue cortocircuito cerebral...
...whatever...
Puchales!!
Bueno, mi abuelita decia siempre ante algun nieto terco:
"haz lo que quieras, siempre lo haces, siempre lo harás"
y que onda con el titulo eh?? Too much Menudo for me... jajajajaja
Besos chamaco!
Ja ja pues todos son para entretenimiento(facebook y hi5), pocos les dan un sentido diferente. Y de los anónimos, pues la verdad a mí no me molestan, me dan risa, me los imagino como gente con un montón de traumas que quiere descargarlos en algún lado XD. Escribes muy chido!
Pues... si quieres exiliarlos, podrías utilizar el HaloScan para hacer un ban por IP, que si no es definitivo, al menos los castras, pero... ¿Sin ellos, en dónde queda la diversión?
Sé que no te importan los anónimos y que las palabras no te tocan, a menos que vengan de quien deben de venir...
Sé que no es importante...
Por eso, gracias...
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