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La gente no sabe trabajar, pero eso no es culpa de ellos, la estupidez no se contagia ni se hereda
(ni se crea ni se destruye¿?), simplemente se tiene o no. Es como la timidez, o las alergias. Nadie sabe de donde vienen ni hay un remedio efectivo e inmediato para quitarlas. En resumen, un
estúpido lo será siempre, aunque sus padres hayan sido genios y sus prematuros hijos
(porque es estúpido) sean eventualmente inteligentes, lo estúpido permanece.
Aunque la
inteligencia emocional no existe
(ya hablaremos), si creo en la
Teoría de las inteligencias múltiples, sin embargo yo no les llamaría
inteligencias, más bien
habilidades, pero eso habrá de ser tema de otro post.
El punto es que la gente no sabe trabajar, pero hasta los estúpidos necesitan empleo, así que se les pone en donde menos daño pueden hacer. Digo, a nadie en su sano juicio
(a menos que un estúpido en ascenso llegue a ser gerentillo de Recursos Humanos) se le ocurriría poner a un idiota en el sentido más extenso de la palabra a manejar maquinaria pesada o a hacer una cirugía a corazón abierto. Entonces, la oligarquía
(los masones, los 33, la compañía o el Sr. Petrelli, quien más te guste) los coloca en donde por más estupideces que hagan, nadie pierde y ellos ganan.
Los centros turísticos. Si la cagan con un gringo, no hay pedo, vendrán más.
Porque por mucho que una azafata rubia de acento norteño de Volaris derrame coca light sobre un pasajero calvo, ¿qué hará él? No cancelará su vuelo de regreso para tomar un autobús por treinta horas ¿o sí? Difícilmente se quejará con alguien, el calor y el bochorno que sentirá al plantar cara en la puerta del avión lo harán olvidar que cuando se toque el saco, éste estará totalmente pegajoso.
Por mucho que un chaparro prieto de ojos rasgados que
(seguramente) se apellida Tuk Puk o algo así se niegue a adelantar su mano cinco centímetros, tomar un sobre de salsa imitación tipo catsup, levantarla diez centímetros y depositarla en la superficie para que sea tomada por una güera con el pretexto barato de:
"Es que yo estoy en otra área" (con acento yuca). ¿Qué hará la güera? Tendrá la intención de quejarse con alguna de las camisas azules pero al perderse entre sus compeñeritos, el chaparro es ya inidentificable, todos son iguales. Lo más probable es que espere a que llegue de sus múltiples ocupaciones el encargado de pasar-la-salsa-imitación-tipo-catsup-a-los-clientes, o comerá papas sin ketchup, o esa cosa roja que se hace llamar así. Aquí tengo que reconocer al menos que el chaparro Tuk es consciente de sus propias limitaciones y no tiene iniciativa, porque como reza el viejo adagio:
"No hay nada peor que un pendejo con ..." Gracias.
¿A qué viene todo esto? Sólo quería desahogarme. Bleh. Como saben los que saben, tengo más de cuatro años siendo bartender, más de siete años de experiencia en bares y más de diez años en el ramo restaurantero. No por gusto, no por vocación faltaba más, sino por costumbre y trabajo familiar. Mi abuelo, antes de ser comerciante se dedicó mucho tiempo a los restaurantes, en el Centro Histórico del D.F. y en Acapulco. Aún así, un prieto chaparro de apellidos mayas sin pizca alguna de conocimiento en la materia y que apenas habla el español tiene un noventa por ciento más de probabilidades que yo de conseguir un trabajo de bartender nada más porque agacha la cabeza, dice que sí a todo y se deja mangonear.
¡No mamar!Nunca nadie jamás en toda mi vida petaca me enseñó a
pedir mendigar por trabajo. Cuando no lo tuve me lo procuré, pero no he sentido jamás hambre ni la necesidad de trabajar-de-lo-que-sea. Aún confío en mis capacidades y sé que algún día encontraré mi trabajo ideal. Pero antes de eso debo recordar ciertas palabras de mi madre:
... tienes que tener y reforzar la seguridad en ti, eres capaz de hacer todo lo que tú quieras y lo que no quieras también y además de hacerlo muy bien no dudes, procura no expresarte mal de la gente, tienes que aceptarla o tolerarla como es y está, (al fín y al cabo así nacieron) y no los cambiarás, ni serán ni pensarán como tú. Guárdate tu opinión y si no tienes algo agradable que decir mejor no digas nada, será lo mejor ... ... no te humilles ni humilles a nadie y no te acostumbres a que te traten mal, ni lo permitas.Todo lo cual me lleva a que me he dado cuenta que desde siempre, mi cara de altanero, precioso y orgulloso no me ha ayudado en nada para conseguir trabajo. Los dueños quieren gatos, sumisos y callados. Yo soy callado, pero jamás sumiso y supongo que se me nota.
'Sobrecalificado' me llaman.
'Es que para lo que necesitamos estarías desperdiciado'. Argh y re-doble argh. ¿Desde cuando permití que la chusma me diga que es lo que puedo o no hacer? Obvio yo lo sé, pero si estoy pidiendo trabajo de algo es porque
LO QUIERO. Bah.
El colmo de todo esto fue que hace un rato, un argentino, sí, un
ARGENTINO me dijo que yo era bien mamón y egocéntrico. Un francés me dijo que estaba lleno de presunción
(o algo así le entendí). Que mal pedo. Y así podría seguir, pero mejor no. Ya me han hecho sentir lo suficientemente mal.
¡NOT!Ni modo cachetón, unos ochenta kilómetros al norte, sobre la misma costa caribeña está el nuevo destino.
El próximo post que se publique en esta galleta será desde Cancún.
Ajá sí, vivo en la playa. ¡Ja!
Parte de esta serie:
¡¡¡ letem bi lait !!!