Mi aporte de la quincena en METATEXTOS está en línea.
Esta semana, los participantes de Metatextos deberán escribir un texto, de trescientas palabras o menos, redactado con el estilo de una nota periodística o narrativa basado en uno de los once encabezados.
• Ofrece un restaurante en Las Vegas hamburguesa de cinco mil dólares.
• El Vaquero Nudista anda en busca de otros seis millones.
• Corte su césped o irá a la cárcel.
• Una propuesta matrimonial es confundida con OVNI.
• Fieles aseguran que un (____) tiene la figura de Jesús.
• Ex – Rey Rumano visita su castillo tras 60 años de exilio.
• Bob Ross tendrá su propio juego en Nintendo Wii.
• Alarma por posible libertad de joven acusado de matar a una italiana.
• La mujer de Santiago del Valle sufre un ataque de ansiedad mientras declaraba.
• Detienen a hombre que descuartizó a su madre.
• Pagan diez mil euros por quince mililitros de semen.
Jesús en la banca.
La manta favorita de Emmanuel estaba sobre la banca del equipo local y mostraba a los grandes ídolos dibujados: Hugo, Cabinho, Beltrán, Campos, etc. Desde el otro lado del estadio la miraba e incluso le gustaba más que ver el juego.
El 2 de octubre, México ganaba el Campeonato Mundial y el domingo siguiente, Emmanuel vio una nueva figura en su manta preferida. Una que no estaba antes y que lo hacía soñar con grandes logros, de su equipo y de su Selección Nacional.
Emmanuel sabía que su nombre era el de Jesús. Parecía que lo conocía desde siempre, lo llevaba en el corazón tanto como los colores de su equipo. Se veía a sí mismo gritando en el Ángel el nombre del nuevo refuerzo, el nuevo ídolo.
¿Es que nadie más se daba cuenta? Era un milagro y solo él lo sabía. Era la revelación de que vendrían tiempos de bonanza. Quiso gritar “¡Jesús es mi pastor!”, pero un estruendoso Goya no permitió que nadie lo escuchara.
Pasaron casi dos años en los que Emmanuel esperaba con más ansia ir al estadio que a la iglesia cada dos domingos. Se había resignado a que lo tacharan de loco y fantasioso, pero no le importaba. El sólo ver la imagen de Jesús en aquella manta valía las burlas.
Un día la manta desapareció. Habían prohibido el ingreso de cualquier tipo de pancarta a los estadios de futbol en México. Emmanuel no sabía que hacer, de pronto todos sus sueños de gloria deportiva se esfumaban. Salió del estadio y encontró su manta colgada sobre un puente peatonal. La recorrió con la vista varias veces y la realidad lo golpeó al confirmar lo que todos decían: Jesús Ramírez nunca estuvo en la manta. Nunca fue ídolo en Pumas.
¡¡¡ letem bi lait !!!
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1 comentario:
Lo que tengo que decir no es con respecto a tu cuento... es más bien con respecto al nuevo look de tu bló.... me gusta!!!, se ve más limpio, elegante... cero folklore... je je je
Besotes... prometo pronto comentar acerca de tu cuento...
Ciao!
lau!
(me dio hueva ingresar a blogger... je je je)
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