... encontrarnos en el dedo gordo del pie, en una ceja poco poblada, en la pequeña y extraña asimetría de los ojos, en la rodilla prominente, los labios gruesos, en los pechos de una veinteañera, el gesto de un rostro, en el movimiento pendular de una cabellera, el brillo de unos dientes y una nariz inolvidable, en las piernas de la maestra, en la primera manita sudada, el primer beso y la primera novia de la prepa, en la sangre que mana de una herida, en el luto de una viuda, en la manera en que fuman las mujeres, en un vientre oculto tras la falda ...
... podemos también escribir poemas en la arena, para el mar, y que se depositen en los brazos de sus olas, podemos intentar cantarle al oído al viento o comer con muchas ganas un helado de frío deseo; puedes decir que estamos locos, pero aun así, sé que eres así, no simple, no compleja, sino más bien, eres un caracol de mar que encontré cuando fui de vacaciones y que me cuenta historias de altamar al oído...
Imagen: Lorenzo Mattotti
Mi ejercicio de METATEXTOS por fin publicado.
¡¡¡ letem bi lait !!!
2 comentarios:
Vaya!
Me tocó por fín...
Qué chido, me cae!
Por eso soy fanssss, ah! y por esos ojos bonitos ;)
¬¬
Creo que mi lugar favorito de encuentro podría ser definitivamente el dedo gordo del pie...
que el helado de frío deseo no creo que me guste, prefiero un té de manzana con canela bien caliente, de deseo.
Me encanta el mar y la arena... pero sé que a los caracoles que cuentan historias al oído se les puede encontrar lejos de allí también.
besitos babosos (como de caracol)
Publicar un comentario