martes, 5 de enero de 2010

... Reductio ad absurdum ...

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No soy un optimista irredento yo, sin embargo disfruto las pequeñas dosis de felicidad que ciertos detalles le imbuyen a mi atribulada existencia. No se necesita ser un sabio para darse cuenta de que créase lo que se crea, todos los que rondamos la media edad fuimos -y algunos seguimos siendo- chiquillos malcriados, mentecillas maquiavélicas estropeadas por la sobreprotección o la ausencia paterna o materna, o ambos, o ninguna. El resultado es un bonche de personitas con diferentes tipos e intensidades de problemas mentales. Eso es algo que nadie en su sano juicio puede negar.

La primera vez que le hablé a Carlos, uno de mis mejores amigos de la chica con la que estaba saliendo y que me tenía más entusiasmado de lo que hubiera estado jamás, simplemente obtuve como respuesta una interrogante intrigante: ¿Y cuál es su problema?

Fair enough...

No fue solamente una ocurrencia. Como resulta obvio, él conocía a la perfección mi salón de la infamia repleto de mujeres obtusas con mentes tétricas y escalofriantes relatos de lo mejor y lo peor que puede ofrecer la psique humana.

Ha habido de todo, como decía David Grossman: "Desde el principio hasta el final no hay una sola cosa recta, sólo es posible una pregunta. ¿Juegas?"

Capaz que yo, turbado como soy y estando tan lleno de issues puedo erigirme en máxima autoridad para hablar del asunto. O no, pero para hacer un recuento exhaustivo de los problemas mentales de las mujeres que en algún momento de la vida petaca compartieron cama o piel conmigo, necesitaría una existencia por completo dedicada a ello.

Baste decir que mi rango va desde la que tenía serios problemas para entablar una conversación que no fuera sobre el largo y color de sus uñas (hasta eso, tenía variedad), hasta la diosa bajada del Olimpo con tan nula autoestima que me abrazaba y me besaba la mano diciendo que no me merecía (cuando quien la presumía como trofeo de las Guerras Helénicas era yo). Desde la que se cachondeaba con la idea de quedarse sola conmigo en una habitación, pero una vez sin compañía se transformaba en un témpano de hielo (fácilmente derretible, hasta eso), hasta la que abiertamente proclamaba su ninfomanía y mostraba al primero que estuviera interesado sus tarjetas de cliente frecuente de las rosas sex shops (pero que se enojaba si uno no tenía un condón a la mano). Desde la feminista exagerada que disfrutaba haciendome sentir menos (que no era taaan desagradable, a veces), hasta la que jamás creció y siguió hablando con diminutivitis cursisitis y molestitits todi su viditi.

He de decir también que aunque mi condición es tan falible como cualquier ser humano digno de su ralea, sin la necesidad imperiosa de ayuda profesional, me he dado cuenta que aunque la mayoría de mis defectos los he mamado de la cuna, hay muchísimos también que se han convertido en vicios y mañas. Lo mejor de todo es que me he dado cuenta de ello y si no hago algo por mejorar o reducir dichas falecias es enteramente mi culpa. Dicho y hecho, en estos días, el fuego se ha llevado cualquier traza de inseguridad que pudiera o no haber existido, y la certeza de que mis errores y sus errores son de ambos ha llegado.

A Carlos le contesto que, como todos, mi mujer tiene ideas, vicios y situaciones que le afectan más o menos que a los demás. Sin embargo, ella también lo sabe y trabaja en ello cada día, pero ya no sola. Yo estoy para ella y ella está para mí, y juntos en la vida y en el sueño caminamos pisando las malezas que pudieran surgir en cualquier momento, burlándonos de los obstáculos y haciéndolos parecer nímios por espigados que sean.

¡Ay Astrid, mejor ya te voy a querer como eres!

Te amo.




¡¡¡ letem bi lait !!!

3 comentarios:

jess dijo...

El Alfie inmortalizado por Jude Law, se enamoró perdidamente del personaje interpretado por Sienna Miller en cuanto la vio en una esquina... ella era perfecta, digno homenaje a una estatua, pero... cuando convivió con ella, se dio cuenta de que estaba compuesta de pequeños defectos, tal como la estatua.

Y ahí acabó el encanto de la perfección para Alfie.

Para muchos, es ahí, donde inicia el verdadero encanto. ;)

Un abrazote partner!!

la chida de la historia dijo...

Jajajajajajaja!!! como debe ser...

Lo realmente chido es que ella te quiere a ti 'tal como eres'... jo!

Saludísimos miles... Te quiero, galletota!

Elphaba dijo...

No, como dice la Chida, "ya mejor YO te voy a querer así como eres"

¿Issues yoooooo?
Todos. Los conoces y yo conozco los tuyos. No me preocupa en lo absoluto, pues sé que más allá de todos los "issues", sabes quien soy y me quieres así, tal cual, como yo te quiero a ti, con todo y tu obsesión "comegalletas"

Je t'aime!

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