... La mitad del primero de todos ...

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Hoy no necesito soñar cuando la realidad supera con creces mis anhelos más salvajes. Hoy no necesito explicarle al mundo que lo que siento es de verdad. Hoy, mi amor por ti es como el traje nuevo del emperador, quien sea merecedor de tal visión se dará cuenta, quien te quiera de verdad se alegrará por ti y por nosotros, quien me conozca tan siquiera un poco vería que por ti estoy loco. Hoy me declaro tu fans número uno. Hoy te admiro como nunca porque sé que el camino que ambos elegimos no puede llevarnos sino al éxito.

Hoy llegué a tu casa caminando entre el calor y el frío, pensando en que estarías aún en bata saliendo de la regadera, tenía preparado el internet para completar una entrada que publicaría mientras tú terminabas de arreglarte. Toqué el timbre y te asomaste por la ventana, estabas lista. Subí y antes de llegar a tu puerta te escuché correr a mi encuentro. Me abrazaste y me besaste como si fuera la primera vez, como si no nos hubieramos visto en una semana cuando acabábamos de tener la noche más maravillosa de nuestra vida, con más deseo del que haya tenido cualquier otro beso, con más pasión que el mismo instante en que fuimos uno por primera vez. Y era sólo un beso. Pero ese beso fue EL BESO.

¿Sabes lo inmensamente feliz que me sentí en ese instante? ¿Tienes una idea de cuanto significan para mí esos pequeños detalles? ¿Nos alcanzan los números conocidos para medir la intensidad con la que nos amamos?

Quizá sería una blasmefia decir que el verte correr hacia mí es la imagen más importante de mi vida -hasta ahora-, es el momento en que me he sentido más enamorado que nunca -hasta entonces-. Son aquellas pequeñas cosas -que nos dejó un tiempo de rosas-, las que la gente común olvida que existen, las que por comodidad o por vergüenza o por flojera ya no se hacen, las que me inflaman el pecho de fuego, las que nos hacen grandes Astrid.

Quiero fascinarte siempre. Quiero que mis hijos salgan corriendo cuando me escuchen llegar con sus bracitos extendidos hacia mí, y quiero sobre todo que tras ellos salgas tú a abrazarme. Quiero que nunca te sientas tan cansada como para no verme. Quiero que nunca estés tan ocupada como para no tener tiempo de darme un beso. Quiero que caminemos siempre de la mano y que durmamos siempre abrazados. Quiero que cuando estemos viejos y necesites un bastón para andar, te siga dando tanto gusto verme llegar con mi bufanda y mi gorro de jugar ajedrez en el parque. Yo, te prometo lo mismo. Justo así.

Ya es once de enero y la mitad del primer año del resto de nuestras vidas nos ha alcanzado. Ya cumplimos seis meses de un orgasmo de vida ininterrumpido, y yo te sigo viendo con el nervio a flor de piel, como la primera vez, me encantas desde siempre y más a cada momento. Ya sabe Dios como le agradezco el haberte puesto en mi camino pero aún así no me cansaré jamás de decirlo. Ya quiero que pasen seis meses más, y luego un año más, y luego dos, y luego todos; pero que pasen lento para poder disfrutarnos como nos lo merecemos. Ya quiero amarte toda la vida. Ya quiero amarte toda la vida. ¡Ya quiero amarte toda la vida! ¡¡¡YA QUIERO AMARTE TODA LA VIDA!!!

Desde hace medio año, todo mi ser es sólo tuyo, pero hoy mis letras son sólo para ti.



¡¡¡ letem bi lait !!!