... SINIESTRO ERROR ...

Fue en ese momento cuando Pedro, por primera vez en su vida maldijo a Dios por ser zurdo. Después de pensarlo durante su caminata de 5 minutos por la Terminal 2 del aeropuerto llegó a la conclusion de que su ‘zurdismo’ fue la causa principal de tremenda equivocación.

Clarito vino a su mente cuando compraron el juego de maletas. Eran días felices y se vieron lindos con maletas iguales. Marisol y él eran tan parecidos, tan compatibles, tan iguales. Hasta que llegó David, "el amigo".

-¡¡¡Chingá!!!- gritó, y una señora brincó a su lado.

Sentado en el suelo contemplaba la maleta que en su prisa por salir de casa tomó de debajo de la cama después de empujar un objeto pesado. El pasaporte se sentía en la bolsilla lateral donde siempre lo había guardado y pesaba tal y como la recordaba cuando la preparó.

La realidad lo golpeó cuando al entregar el pasaporte en el mostrador la señorita muy amablemente le dijo:

-Señor Ortiz, su pasaporte no tiene foto.

-¿Cómo chingados no?- Se lo quitó de las manos y ahí estaba, era el pasaporte anterior, aún con la dirección de casa de mamá y que daba por perdido hace años, desde que Marisol dejó de viajar con él. La foto despegada perfectamente no parecía haber sido arrancada.

Abrió la maleta y solo vio ropa de ella. Bikinis, pantalones cortos y sandalias. En un costado dos pasaportes. “Marisol Flores” y “David Domingues”. Dos boletos México-Río. Una caja de habanos y dentro un encendedor plateado con las iniciales “DD”. Siete paquetes de condones y no pudo más.

Entró al baño y tiró el contenido de la maleta en el basurero, mientras con su mano izquierda y una pluma profanó el novísimo mosaico: