sábado, 1 de noviembre de 2014

… Egregio, preclaro y conspicuo ...

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Recién comienza noviembre y las cosquillas en los dedos se vuelven insoportables. Las ideas están que revolotean de gusto por salir y quedar plasmadas nuevamente (y después de seis años) en un espacio como éste. Lo tengo todo claro, por supuesto, no podría embarcarme -a estas alturas- en una aventura sin un lugar a donde apuntar mi quilla. Sé de cierto que el tiempo será largo para la pierna en sanación pero corto para las letras en sincronía. Y no, aún no he conseguido mis mil monos aporreando las teclas de mil máquinas de escribir que vayan a lograr mi obra definitiva. El mono soy yo y las teclas a aporrear son las de esta preciosa MacBook Air.

Los pronósticos médicos me dicen que estaré postrado en esta cama -que no es su cama- por lo menos hasta la mitad de diciembre, con las obvias, posteriores y consecuentes visitas a terapia de movimiento y rehabilitación. Mi pierna es un roble, en el mejor y en el peor sentido de la palabra. El problema fue el pequeño leñador que con su hachita diminuta se decidió a dejar una marca feliz en ambas cabezas, de tibia y peroné.

La mañana de este día, primero de noviembre, rompió fría como se esperaba. Ya se acerca el equinoccio de invierno, la noche más larga del año, cuando las cosas se ven más oscuras. Una plegaria por el amanecer me espera cada una de las siguientes treinta noches. Una plegaria cantada por el primer rayo de sol que se asome para liberar el letargo de la idea inconclusa, de la página en blanco, del deseo hecho trizas hecho letras hecho verdad.

Si es cierto que el destino está escrito, yo no lo sé. Por el contrario, tengo claro que el futuro se construye en el presente, siempre derribando los obstáculos que el pasado va dejando en su inexorable marcha. Nada es para siempre en la tierra y sin embargo, el faro de los hombres siempre ha sido la búsqueda de la inmortalidad, aunque a veces el camino pase rozando la inmoralidad. Negras son las noches por venir, eso es un hecho. Llenas de café, teclazos y una que otra frustración. Una caída repentina me ha robado la verticalidad en aras de la aventura más grande de la historia, la caza de la horizontalidad, que por fuerza o por fortuna pasa por mi estado actual: la perpendicularidad.

Particularmente, la idea de simplemente construir sin derribar, de no detenerme ante nada, de no corregir porque siempre habrá quien lo haga, por gusto, por placer o por el simple afán correccional. Lo agradezco infinitamente y sé que eso me hará siempre tratar de construir parejito. De tallar el acabado y el detalle al mismo tiempo que se levanta el muro. Aunque siempre he pensado que mis letras no constituyen muros, sino puertas.

Hace seis años, la mejor aventura literaria de mi vida tuvo lugar en medio de un huracán en el que yo me metí solito. Las musas de ese entonces cantaron y así quedó, aunque después haya cambiado el final, añadido episodios o quitado otros. Todo por el bien común. Pero nunca olvido a los lectores y comentaristas que, en tiempo casi-real estuvieron conmigo en aquel -ahora parece tan- lejano 2008.

Barack Obama ganaba la presidencia de Estados Unidos haciendo historia. Camilo Mouriño inauguraba la leyenda de los Secretarios Voladores y también hacía historia. Y yo comencé noviembre de 2008 con frío en el alma y en el corazón. Hoy, el amor de mi vida viaja sin mí (por ahora) y yo me quedaré a construir los cimientos de esta nueva obra que está por salir. Un año, éste, 2014, que no puede quedar en el olvido. 2004 fue mi annus horribilis, y ciertamente, en algunos momentos de éste, pensé que todo se repetiría diez años después. Pero el año está por terminar, no sin la penúltima aventura que representa esta edición de NaNoWriMo . La última aventura es, sin duda, El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos.



Dense. Danke.




¡¡¡ letem bi lait !!!





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1 comentario:

la chida de la historia dijo...

Ya estoy ansiosa por leer… a ti no hay mucho qué corregirte… al menos no en este aspecto… ya quiero saber de qué irá esta vez, aún guardo mis teorías con respecto a la anterior… pero, como bien dices siempre, esa es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión…

xD

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