viernes, 22 de enero de 2010

... Writer's Digest ...

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Sé muy bien que a estas alturas de la vida y del oficio no puedo permitirme ningún bloqueo. Creo fervientemente que el writer's block no es sino un pretexto para holgazanear para los que viven del reducido presupuesto de cultura gubernamental.

Tampoco es que tenga tanta envidia de quienes por palancas o por capacidad han conseguido una beca de Conaculta o del FONCA o de algún solícito gobierno estatal. Estoy cierto que en cuestiones de plan de vida y perspectiva, mis capacidades son si no limitadas, sí lamentablemente carentes. A pesar de mi manía por tener todo controlado, no soy el tipo de tipo que planearía su vida paso a paso, meta tras meta. Por lo tanto, ceñirme a un calendario y a un presupuesto de objetivos es mucho más complicado de lo que pude haberme imaginado.

Sin embargo lo hago porque es la manera de llegar al sueño.

Quisiera contar todo de una buena vez, sé que es una realidad pero si Santo Tomás me enseñó algo es que hasta no tener los dedos dentro de la herida del costado no puedo decir: "Esta revista es mía". Porque tampoco es mía mía, es un sueño compartido por amigos y colegas y no tanto. Y por ti.

He estado leyendo blogs incansablemente con mis ojitos (verdes, hermosos) que se cansan a la menor provocación. Alternadamente, me ha salido un orzuelo que ya está casi completamente curado (seguro fue por ver pornografía).

En fin, nunca pensé que diría esto pero estoy harto de leer.

No todo, obviamente, hay cierto blog que me tiene intrigado y con ganas de seguir la historia, mi libro largamente deseado "La conjura de los necios" me desternilla de la risa, es por eso que me tardo tanto en acabarlo, me he leído dos veces cada capítulo. De pronto me encuento navegando por joyas enterradas que no puedo creer que no sabía de su existencia y que obviamente merecen ser reconocidas.

Pero estoy harto de leer la historia de Haití. Estoy harto de leer a los expertos de 'molesquin' disertar sobre la vida cuando no salen de su cueva. Estoy harto de leer líneas de odio hacia Esteban Arce. Estoy harto de leer sobre la homofobia y la homofilia y demás homo'cosas'. Estoy harto de leer sobre la violencia del narcotráfico y las campañas políticas adelantadas. Estoy harto de leer sobre la mediocridad del amiérdica. Estoy harto de leer tarugadas.

Pasa como cuando repites mucho una sola palabra y pierde por completo el sentido. Es como cuando escuchas mucho una sola canción y dejas de escuchar el seseo o el jadeo del cantante que tanto molesta. Es como cuando ves demasiado una foto y dejas de distinguir las sombras y los relieves. Es viciante. Y jamás pensé que pudiera viciarme de leer.

Pero para encontrar las agujas hay que sacar kilos y kilos de paja. Ya lo sé. Y no me quejo, me gusta. Sin embargo, si pudiera pedir un deseo me gustaría que cada una de las personas que escriben o pretenden hacerlo -por el propósito que sea- fueran dotadas de un poquito de sustancia. Un poquitito, una pizca. No le hace daño a nadie, al contrario.

Me da gusto que haya gente a la que le da gusto sentirse importante. Normalmente lo son. Los demás se sienten importantes sólo por el gusto o el onanismo. ¡Bleh para ellos!






¡¡¡ letem bi lait !!!

3 comentarios:

Itan dijo...

Ese sentirse harto tendra sus recompensas, te lo aseguro.

Y si te cansas de tus ojos verde lagaña, recuerda que puedes cerrarlos un momento para despues abrirlos y leer mucha basura y encontrar una joya...

hasta las personas especiales son una en un millon, no?

Suertee!

la chida de la historia dijo...

Un detalle...

Noooo, no te canses... valdrá la pena.. XD

Supuse que hoy estarías taaaaan ocupado.

Besos y hablamos pronto...

Elphaba dijo...

El cansancio a veces tiene su recompensa y la estructura no resulta tan molesta cuando es trabajo encaminado a cumplir un sueño.

Además, tú sabes bien que no estás solo, y no lo digo sólo por mí, que ya sabes que estoy, que estaré siempre...

¡Pronto, pronto todo!

Je t'aime!

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