... Ayer ...

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Si me preguntan qué es lo malo del arte, mi respuesta inmediata es sin duda: los artistas.

Al igual que en todos los ámbitos de la vida petaca, lo peor de las cosas son las personas. Y así caemos fácilmente en el cliché de: Lo malo de México son los mexicanos, lo malo de las empresas son los administradores, lo malo de la política son los políticos.

Pero ¿de dónde nace esta falta de fe en la condición humana? Precisamente de ahí, de su falibilidad. En gustos se rompen amistades.

Yo no soy artista, dibujo como me gusta y lo que me gusta y cuando quiero pero jamás estudié pintura. Escribo lo que quiero y nunca tomé clases de redacción ni nada. Pocas veces el arte plástico me hace sentir cosas. Respeto a quienes sí, pero no lo puedo entender. Acaso es falta de sensibilidad artística, acaso será mi nutrida condición de Homo Videns. Las pinturas o las esculturas me gustan o no sin razón. Sólo lo hacen y ya.

Es contradictorio pero lo que me caga de los artistas es la presunción, el creer que su obra es la única válida y la única que define el arte en el mundo. Por oposición, también me cagan los artistas que afirman que su obra no es para el mundo, sino que lo hacen por amor y por vocación. Bah.

Ayer, al decir que una escultura me parecía mala y no poder explicar el porqué, obtuve como respuesta: "A ver, ¡hazla tú!" ¡¡¡No mamar!!! Obviamente no puedo. Pero tampoco es obligación que me guste todo lo que no puedo hacer. Bueeeh.

El arte plástico no es mi máximo. Admiro la escritura, la música y la cinematografía, una buena novela me mueve las tripas y una película puede hacerme llorar o reír como desquiciado; ya en alguna ocasión mencioné que lo mío son las historias. Díficilmente una imagen estática puede hacer a mi mente volar. Sobre todo en un recorrido de museo, donde siempre es corto el tiempo de observación de cada obra, y después de un tiempo los ojos se vician y o todo te gusta o todo te caga.

Aaaah sí, ayer fui al Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México. El objetivo: la exposición 'Diseñando México 68' (o algo así). Toda la identidad gráfica referente a los juegos hechos-en-méxico. Pero antes de entrar a ésta, recorrí dos salas: Arte Moderno Mexicano y Remedios Varo.

Tres comentarios.

1. ¿Por qué el Arte Moderno Mexicano está lleno de calzonudos y agachones pre y postrevolucionarios?

2. Si no me gusta una obra de Siqueiros (súper moderno eeeeeh) no me gusta y ya. No merezco ser crucificado. Quizá sí, pero no-por-eso.

3. No me gusta Remedios Varo y que y que y que y que.

Lo mejor del museo, la mareada que me dí con esto:

¡¡¡ letem bi lait !!!