ella era de paso peculiar y andar generoso
cuando caminaba a mi lado se inclinaba y casi me tocaba
hasta que un día no resistí más y la abracé
y desde ese momento me prometí no soltarla nunca más
su risa era amplia y contagiosa hasta el extremo
pero la primera vez que le conté un chiste no se rió
sólo me observaba con una sonrisa no se si compasiva o traviesa
y no hubo necesidad de explicarle pues ambos comprendimos
sus manos eran suaves como la arena más fina de mar
cuando la conocí me extendió la mano en un saludo
me apretó tan fuerte que me atrapó para siempre
sólo pensé en ese momento que no quería que me dejara ir
ella era de llanto fácil y emoción constante
no como las princesas de los cuentos que lloran en silencio
ella gritaba su dolor para que el mundo lo supiera
y al igual que su risa provocaba felicidad, sus lágrimas, tristeza
sus ojos eran dispares pero perfectos
había en ellos tanta alegría contenida esperando por salir
del color mismo del mejor café colombiano
y al verlos también quitaban el sueño
ella era brisa marina atrapada en un cuerpo de mujer
igual de volátil como la esencia del aire
con la timidez escondida en el juego
y la ternura disfrazada de ironía y humor negro
sus labios eran besos de espuma y sal
los tocaba con los míos como sin querer
pero de pronto se encendían como olas golpeando el arrecife
y efervecían y crecían en intensidad con cada luna
ella lleva en su nombre el mar
en su mente la inmensidad
en su cuerpo la grandeza
y en sus actos el poder
ella era el vuelo y yo era el ancla
ella sigue siendo todas esas cosas
y yo también sigo siendo una carga que alguien habrá de llevar
pero no ella, ella ahora dirige sus destinos hacia otras playas
cuando caminaba a mi lado se inclinaba y casi me tocaba
hasta que un día no resistí más y la abracé
y desde ese momento me prometí no soltarla nunca más
su risa era amplia y contagiosa hasta el extremo
pero la primera vez que le conté un chiste no se rió
sólo me observaba con una sonrisa no se si compasiva o traviesa
y no hubo necesidad de explicarle pues ambos comprendimos
sus manos eran suaves como la arena más fina de mar
cuando la conocí me extendió la mano en un saludo
me apretó tan fuerte que me atrapó para siempre
sólo pensé en ese momento que no quería que me dejara ir
ella era de llanto fácil y emoción constante
no como las princesas de los cuentos que lloran en silencio
ella gritaba su dolor para que el mundo lo supiera
y al igual que su risa provocaba felicidad, sus lágrimas, tristeza
sus ojos eran dispares pero perfectos
había en ellos tanta alegría contenida esperando por salir
del color mismo del mejor café colombiano
y al verlos también quitaban el sueño
ella era brisa marina atrapada en un cuerpo de mujer
igual de volátil como la esencia del aire
con la timidez escondida en el juego
y la ternura disfrazada de ironía y humor negro
sus labios eran besos de espuma y sal
los tocaba con los míos como sin querer
pero de pronto se encendían como olas golpeando el arrecife
y efervecían y crecían en intensidad con cada luna
ella lleva en su nombre el mar
en su mente la inmensidad
en su cuerpo la grandeza
y en sus actos el poder
ella era el vuelo y yo era el ancla
ella sigue siendo todas esas cosas
y yo también sigo siendo una carga que alguien habrá de llevar
pero no ella, ella ahora dirige sus destinos hacia otras playas
5 comentarios:
Pero sigo aqui, y sabes que siempre serás el faro que guia..
Jajajaja..
Me gusta la informalidad, en verdad me gusta!!
Un besote, que estes bienn en tus momentos de hoteleria de no se que..
cerrando ciclos... no creas q el blog jaja xD
Si me conocieras...
si te dejaras ....
Casi siempre es bueno cuando la brisa marina se va y deja descansar... si su presencia dura mucho, normalmente provoca patologías difíciles de erradicar...
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